La procesión de la Virgen de las Angustias fue otra vez una gran manifestación de piedad popular. Poco antes de la salida, la lluvia hizo acto de presencia, pero finalmente cesó y a la hora prevista (18) comenzó organizarse la procesión. Minutos después de los programado estaba en la calle el trono de la Patrona. Eran las 18,40 cuando salía la Virgen entre el repique de las campanas, la salva de cohetería, los aplausos y el Himno Nacional. El único imprevisto fue que el palio contó con un varal menos, pero la pericia y el esfuerzo de sus portadores, permitió que todo se desarrollara con normalidad.
El cortejo era muy extenso, especialmente el de los devotos que con sus velas ocupaban los primeros tramos y se contaban por miles. Las bandas de música, a las que dedicaremos un artículo especial en este blog, se multiplicaban entre el resto de los participantes, con una amplia representación de autoridades.
Aplausos y vivas a la Virgen, que llegaban desde las aceras, acompañaron a las Angustias durante todo su recorrido. Fue masiva siempre la presencia de fieles como testigos de la comitiva, especialmente en durante la tarde. El fervor y la devoción de muchos granadinos, es una de las notas sobresalientes de esta multitudinaria procesión.
Sobre las 11,30, con algunos algún retraso respecto a la hora propuesta, retornaba la Virgen a su Basílica, después de su procesión anual, una de las citas más destacadas del calendario de Granada.
En la imagen que acompaña la información se aprecia un momento del retorno de la Patrona a su templo.
En la imagen que acompaña la información se aprecia un momento del retorno de la Patrona a su templo.
