Según la Leyenda la Virgen de la Cabeza llegó a Motril sobre 1510. Unos marineros portugueses encontraron la imagen en una ermita abandonada en unas islas de Corinto y se la llevaron. Cuando estos marineros venían cerca de Motril empezó una tormenta y tuvieron que desembarcar en la costa granadina. El temporal desaparecía, volvierón a embarcar y comenzaba otra vez. (esto ocurrió 3 veces) Así que los marineros dijeron a la Virgen que si se calmaba el mar y a ellos no les pasaba nada, la dejarían en el lugar en el que pudieran desembarcar. Cuando ocurrió esto, bajaron a la Virgen del barco en la conocida Playa de las Azucenas de Motril cuyo nombre proviene de que cuando desembarcaron a la Sagrada Imagen empezaron a salir azucenas blancas en la playa.
La Virgen
de la Cabeza Patrona
de Motril recorrió las calles de esta ciudad granadina el pasado día 15 de
agosto día de la Asunción
de la Virgen María.
La Sagrada Imagen
salía de su Santuario pasadas las 21.00 h. mientras le tocaban el Himno
Nacional y se lanzaron cohetes, que posteriormente seguirían durante todo el
recorrido de la Procesión.
En esta procesión que iniciaba la Cruz Parroquial, hubo
representación de las distintas Hermandades de Penitencia y Gloria del
municipio y también la
Hermandad de la
Virgen de Gádor de Berja , así como las Autoridades Civiles de Motril.
La Madre
de los Motrileños lucía el manto blanco de azucenas que le regaló la Marquesa de Esquilache.
Su trono iba adornado con nardos y en la barquita llevaba azucenas blancas con
motivo de su Leyenda. Esta ocasión acompañaba a la Vigen de la Cabeza el Arzobispo de
Granada Monseñor Javier Martinez Fernández junto a varios sacerdotes
motrileños. La Banda
que acompañaba musicalmente a la
Patrona era la Banda
Municipal de Güevejar que tocaron las distintas marchas de su
repertorio.
Algunos estrenos de este año han sido: los faldones del
trono de la Virgen, el escudo de la Hermandad encima de la campana del paso, dos
ciriales que acompañan a la cruz parroquial, dos incensarios y los angeles de
la barca has sido restaurados por Antonio Hernández quitandole el dorado y
dándoles una nueva policromia.