miércoles, 27 de enero de 2016

JESÚS MOCHÓN #DeCerca

Como cada semana, desde Cruz de Guía os queremos acercar a un cofrade de nuestra Semana Santa para conocerlo en profundidad, no sólo como cofrade, sino como persona. Hoy tenemos el gusto de conocer #De Cerca a Jesús Mochón quien nos meterá de lleno en el mundo de la pintura.

-Jesús para romper el hielo no quiero comenzar con otra pregunta que no sea esta: ¿Qué fue primero, la pintura o la devoción cofrade?
Yo creo que fueron de la mano a la vez, ya que en mis primeros dibujos ya incluía en ellos motivos religiosos como por ejemplo la cabeza de un Cristo que siempre estuvo presente en gran parte de ellos.

-Está claro que hacer esas creaciones que salen de las manos de un pintor es un don de Dios. ¿Cómo es el día a día en la vida de un pintor?
Bueno, el día a día se alterna incluso con la noche trabajando en el estudio, puesto que es un oficio muy exigente y no entiende de horarios, pues hay que dedicarle mucho tiempo para poder obtener algún que otro resultado.
Aunque de vez en cuando se relaja uno, alternando con alguna actividad gratificante como leer, pasear, la fotografía, la música, etc...

-Entiendo que una persona con unas manos como las tuyas no va a dejar la pintura sólo y exclusivamente para la Semana Santa.
No, por supuesto. Además de estos temas realizo obras de muy diversa variedad, como es el retrato, el paisaje… en estos momentos concretamente estoy abordando una serie de obras de gitanas.

-¿Cuándo se da cuenta Jesús Mochón del poder que tiene en sus manos e imaginación para crear arte?
Yo tome conciencia al respecto hace como unos veinte años, cuando me dediqué a cuidar de mis padres plenamente, que se quedaron los dos incapacitados totalmente, entonces en ese claustro en el que estuve, por decirlo de alguna forma, puesto que no salía prácticamente a la calle ya que la situación no me lo permitía, tuve mucho tiempo para reflexionar y dedicarme a crear obras, fue cuando decidí dedicar mi vida al arte por completo en serio y como profesional.

-Y ahora cuéntanos sobre tus inicios cofrades, ¿cómo llegaste a las cofradías?
Yo realmente cuando me di a conocer en el ambiente cofrade fue a raíz de ganar un primer premio en pintura en el año 1998, concretamente fue para el cartel de la ofrenda floral de Nuestra Señora la Virgen de las Angustias, aquello me animó tanto que al año siguiente ya había preparado una exposición íntegra de la patrona obteniendo un gran éxito por la gran repercusión que obtuvo en todos los medios de comunicación, la gran asistencia de público, la crítica y la gran acogida en el mundo cofrade, de hecho fue la exposición más visitada del año en Granada.

-¿Eres hermano cofrade de alguna de nuestras hermandades y cofradías?
No pertenezco como miembro a ninguna de ellas ya que me gustaría pertenecer a todas lo cual sería prácticamente imposible.

-¿Cómo es la Semana Santa para un pintor?
Emocionante llena de pasión, color, arte, belleza… un sinfín de sensaciones difíciles de describir, y sobre todo muy inspiradora para la paleta de un pintor.

-Y la inspiración cofrade, ¿cómo llega a tu pincel?
Pues de tal forma que en principio parto de la premisa de que se trata de arte sobre arte, lo explico un poco: en sí ya partimos de la base de que las imágenes que procesionan son verdaderas obras de arte realizadas por grandes artistas como son imagineros, orfebres, bordadoras… y si además le añadimos una obra realizada de todo esto sobre un lienzo, estamos hablando de arte al cuadrado. Por lo que tanto arte me inspira enormemente.

-La familia es el mejor apoyo que tiene uno en la vida, ¿cómo viven ellos tu Semana Santa y tu labor como pintor?
La familia es lo mejor sin duda alguna, ellos me apoyan y están muy contentos con mi labor, lo cual les agradezco con toda mi alma.

-La pintura es algo que está destinado al buen hacer y al don de unos pocos. ¿Cómo ves el estado actual de la pintura en nuestro ámbito cofrade?
Si soy sincero, el arte de la pintura en el ámbito cofrade granadino no tiene una gran acogida puesto que se prima antes la fotografía, lo cual no entiendo, cuando además es un ambiente propicio para el arte sobre todo en el tema de carteleria.

-Si hablábamos del estado actual de la pintura en Granada, te pregunto ahora por el futuro, ¿hay cantera de pintores?
Si están resurgiendo unos nuevos valores que prometen, pero Granada es mala plaza para torear.

- Y ahora como cofrade, ¿cómo ves el estado de salud de la Semana Santa de hoy en día?
Pues percibo que goza de buena salud y además es una tradición que no decae a pesar del cambio de paradigmas, y eso me gusta, que la agente sea fiel a sus tradiciones.

- Ya vemos muy próxima la llegada de la Cuaresma, ¿qué deseas para la Semana Santa de 2016?
Que la gocemos todos al máximo y que se cumplan todos los pronósticos de las hermandades, en definitiva que la disfrutemos.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Yo con seis años en la calle Navas recogiendo cera de las velas de los penitentes y haciendo una inmensa bola.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
El Cristo de los Gitanos subiendo al Sacromonte.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
La Aurora pasando por el marco incomparable de las estrechas calles del Albaicín.
- Tu mejor recuerdo como pintor cofrade:
La presentación del cartel de una de mis obras del Cristo de la Redención  en la que tuve el placer de conocer al presentador, una gran persona como es Manuel Montes.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
Viernes Santo a las tres de la tarde con el Cristo de los Favores.
- Tu rincón para ver cofradías:
Puerta Real.
- Tu momento más feliz como cofrade:
Elegirme para pintar un cartel.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
Cuando por culpa de la lluvia se frustran tantos sueños e ilusiones.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Bonita, entrañable, única, recomendable.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Cuando era niño tenía un amigo con alto poder adquisitivo y me pidió que le acompañase a la hermandad de Santa María de la Alhambra para inscribirse como penitente. Yo le acompañé con la ilusión de que mi amiguito, al gozar de su privilegiada situación económica, me iba a invitar  apuntándome a mí también de penitente que es lo que yo más quería. Pero no fue así y tal fue mi desilusión que en venganza le quité a la novia (bromea).


Muchas gracias Jesús, de parte de todo el equipo.