miércoles, 9 de marzo de 2016

ALFONSO CAMPOS, PREGONERO DE LA JUVENTUD 2016 #DeCerca


A unos días de comenzar la semana de pasión, los días previos al centro de la fe y de nuestra vida cofrade, hoy nos encontramos con un joven que vive las hermandades y cofradías durante todo el año. Hoy conocemos #DeCerca al pregonero de la Juventud Cofrade 2016, Alfonso Campos.

-Alfonso, sabes que siempre me ha gustado apostar por la juventud y en esta sección #DeCerca siempre va a haber un lugar privilegiado para los más jóvenes dentro de nuestras hermandades y cofradías. El pasado sábado eras tú quien daba voz a la Juventud Cofrade de nuestra ciudad. ¿Cómo has vivido esa responsabilidad desde tu nombramiento hasta el ‘he dicho’ final?
Pues si te soy sincero y hasta el último momento, más tranquilo de lo que pensaba, imaginé que ponerme en el atril y mirar al público sería mucho más difícil de lo que después fue. Todo ha pasado muy rápido pero he disfrutada de cada momento como si fuera, espero que no, el último.

-Cofrade de cuna. ¿Cuáles son tus primeros recuerdos en las hermandades y cofradías de nuestra Semana Santa?
Los primeros fueron con la hermandad de la Borriquilla, siempre de la mano de mi padre, y los primeros años, que ya en la Alhambra de la mano de mi hermano mayor, llevaba la llave para que el alcalde diera paso a la primera cofradía de nuestra Semana Santa.

-Tu vida activa en el mundo de las cofradías va mucho más allá de tu hermandad d sangre, Santa María de la Alhambra, pero son algunas más las hermandades que cuentan contigo en la nómina de hermanos o te tienen por un hermano más. ¿Cuáles son?
Hermano como tal en hermandades de Penitencia, soy de Santa María de la Alhambra, Hermandad de la Santa Cena y futuramente de la Humildad. En las de Gloria: Hermandad del Rocío de Coria del Río y Archicofradía de María Auxiliadora. Otras dos que siento tan como mías como si lo fueran son: la Virgen de los Dolores de Loja, y el Nazareno del mismo municipio.

-Aún no has cumplido la mayoría de edad pero tus palabras desde el atril el pasado sábado con motivo del trigésimo cuarto pregón de la Juventud Cofrade dicen mucho de ti y tu madurez. ¿Qué le dirías a cualquier joven cofrade, o simplemente cualquier hermano de una cofradía, que no vive la fe ni el sentir de una hermandad durante todo el año, tan solo se ciñe a la salida procesional?
Que se implique, que no sabe lo que se pierde. No hay que regañarle y echarle la bronca porque esté llorando viendo a su titular cuando no ha ido en todo el año, quizás no sepa todas las actividades que su hermandad realiza, aunque con todos los medios de hoy en día eso sea raro.

-Y tú, ¿cómo vives el día a día en tu cofradía?
La palabra sería intensamente, tanto en la Cena como en la Alhambra o en María Auxiliadora. Si no es hoy, es en una mañana o en otra y así siempre. Sobre todo en la Cena en la que participo en su grupo de priostía.

-Este año has dado el paso dentro del mundo de la costalería, proponiéndote ser fiel costalero de la Soledad de Nuestra Señora. ¿Por qué la titular mariana del Martes y Viernes Santo y no otra de tus titulares marianas?
Una hermandad con carácter propio y único, con gente que sabe, cuándo y cómo. Siempre de chico cuando dibujaba a mi titular alhambreña el Cristo no me salía demasiado bien y la dejaba a ella sola, tal y como está la Soledad. Cuando me decían que no era la Alhambra si no la Soledad yo decía: son casi iguales no pasa nada. Todo eso creas que no te marca, y tenerla tan cerca de la capilla de la hermandad de la Cena y tener tantos amigos allí ha ayudado. El trato conmigo ha sido de diez.

-El costal, la dalmática, pero también el capillo y la túnica nazarena, en este caso, cada Domingo de Ramos. ¿Cómo vive un joven de tu edad una estación de penitencia bajo el capillo? ¿Lo recomendarías a otros jóvenes?
Fue único e inigualable. Se puede decir que ya lo he vivido todo: monaguillo, acolito, penitente, costalero. Pero como se vive la fe debajo de tu capillo, en silencio, solo, hablando con la mirada, con un par de estampas como únicas compañeras bajo el guante, y con un cirio pesado como luz y compañero, es único. Muy recomendable para alguien que esté indeciso, que no se quede con la duda, que se agradece y se disfruta.

-Tu pasión cofrade y tu fe van mucho más allá de las hermandades de penitencia, y es que también haces vida activa en tu hermandad de gloria, María Auxiliadora, donde participas en el coro rociero que tiene dicha corporación. ¿Cuándo descubriste que podías disfrutar del cante y la fe conjuntamente?
Fue gracias sobre todo a la profesión de mi padre, de la cual algún día espero yo poder disfrutar, la de ser guía y dar a conocer esta bella ciudad a los demás. Debido a los compañeros que hizo a lo largo de los años, en este caso Paco Cañas, hijo del fundador de esta Archicofradía e impulsor de este Coro Rociero, con el que he compartido miles de momentos de cantes. No paraba de insistir en que participara de su coro. Esperé a ser algo mayor, y ya con mi guitarra poco a poco fui incorporándome a esta otra pequeña familia.

-Volviendo a la juventud de nuestra Semana Santa, ¿cómo son los jóvenes cofrades de la actualidad? ¿Verdaderamente se implican y tienen el sentido de la responsabilidad necesario en las hermandades?
Respondiendo a lo primero, te respondo con dos palabras: incansables y expectantes. A lo segundo te digo que no tengas la menor duda de que se implican y son responsables, te lo digo con tanta seguridad, no por nada, sino porque lo vivo día a día con muchos de esos jóvenes.

-En relación a nuestra semana mayor, ¿cómo es su estado actual en tu opinión?
Yo creo que estamos progresando adecuadamente, queda mucho por hacer y mucho camino por recorrer. Aunque todos sabemos que Roma no se hizo en un día.

-¿Y el de tus hermandades?
Voy a ser fiel conmigo mismo: sé que evolucionar es bueno y necesario, pero yo no reniego de lo que realmente me gusta y quiero, como eran en la Alhambra los palos por fuera con aquellos portadores o las flores blancas que llevaban antes. Pero bueno, entiendo que las cosas cambian, y si son para bien mejor.

-Como decíamos, eres cofrade de tradición familiar. ¿Cómo viven ellos tu discurrir tan intenso en la Semana Santa y, además, en diferentes cofradías?
Mi padre y yo como dos niños pequeños. Mi madre agobiada por ver qué tiene que llevar al tinte y planchar tanto hábito, aguantar tantas noches despierta para preparar una sopa caliente... Mis hermanos son mayores y cada vez menos cofrades. El mayor esta en México y el mediano en su tan querido pueblo.

-Entre tantas aficiones y actividades llevadas a cabo en nuestras cofradías, la fotografía es una de tus pasiones. ¿Cómo se presenta para ti la Semana Santa de Granada 2016 con la cámara a cuestas?
Agotadora pero emocionante, con algo más de experiencia y con acreditación, que creas que no facilita el trabajo.

-En este sentido, ¿buscas ganar algún premio o concurso de fotografía cofrade o es mera práctica de una de tus aficiones?
Siempre suelo presentar las fotos a distintos carteles, sin esperar nada. Por gusto. Pienso que la fotografía es algo sobre todo para el disfrute personal de cada fotógrafo. Si te centras en buscar la fotografía para el cartel no conseguirás jamás nada. Si lo haces que sea porque te llene y disfrutes haciéndolo.

-Y meramente dentro de lo cofrade ¿cómo vive Alfonso Campos la Semana Santa desde que sale la Borriquilla el Domingo de Ramos?
La vivo y disfruto, día a día, hora a hora, minuto a minuto. Aprovechando cada momento que nos ofrece nuestra magnífica Semana Santa.

-Estamos tan solo a unos días de comenzar la cuenta atrás, ¿cuál es tu deseo para la Semana Santa 2016?
Supongo que el mismo que el de cada cofrade, que pasemos frío pero que por favor no llueva.

Y para conocerte un poco más de cerca:


- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Los Domingos de Ramos con mi padre viendo la salida de la Hermandad de la Borriquilla.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
Que no sean de mis hermandades: el Señor de Granada (Señor del Rescate) o el Cristo de la Misericordia.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
Virgen del Mayor Dolor o la Virgen del Triunfo.
- Tu mejor recuerdo como cofrade:
El pregón del pasado sábado sin duda, engloba todos mis buenos recuerdos.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
El Cristo de la Misericordia entrando en Catedral.
- Tu rincón para ver cofradías:
Cárcel Baja.
- Tu momento más feliz como cofrade:
La Magna Mariana y la Passio Granatensis.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
Afortunadamente hasta el momento no he tenido que vivir un momento tan desagradable como para no querer recordarlo.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Con personalidad, artística y solemne.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Es una cosa que aunque fue desafortunada tiene su gracia y que fue mi padre el que la vivió en sus carnes. Cuando pasaba rápidamente de una sección a otra y sin darse cuenta quiso pasar un pivote en una de las aceras dejándolo pasar entre sus piernas como habría hecho cualquier otro día. Sin darse cuenta de que llevaba un hábito con la consecuente caída, y para sorpresa y alguna risa incontenible como la mía entre otras.

Muchas gracias Alfonso, de parte de todo el equipo.

Siempre es un placer.