miércoles, 26 de octubre de 2016

DAVID RODRÍGUEZ JIMÉNEZ-MURIEL #DeCerca


Última semana de octubre y a unos días de ver a gran parte de las titulares marianas de nuestra Semana Santa luciendo sus vestimentas de difuntos, nos disponemos hoy a conocer #DeCerca a un cofrade de tradición y renombre, pregonero, comunicador, historiador… pero sobretodo amante de nuestras cofradías y de la religiosidad popular. En nuestra entrega de hoy conocemos a David Rodríguez Jiménez-Muriel.

-Cofrade natural de Granada, en gran parte del Realejo. ¿Cómo llegó, en aquellos años de niñez, la Semana Santa al entendimiento David Rodríguez?
Por tradición familiar y por el ambiente que se respiraba entre los compañeros de Santo Tomás de Villanueva; algún día Agustinos Granada dará cuenta de la cantidad de cofrades que han pasado por sus aulas.

-Aunque granadino de nacimiento y tradición, fueron muchos tus años en Motril. ¿Cómo viviste esas etapas de tu vida alejado de la vida diaria en Granada y de tus cofradías?
Motril forma parte de mi paisanaje vital y familiar. Aquella Semana Santa tenía ventajas sobre el resto, que era la espontaneidad de sus Hermandades. Hoy día los cofrades debemos estar preparados multidisciplinarmente y por fortuna, la cultura es casi una exigencia; pero hemos perdido la verdad de toda esta fiesta que sigue siendo moneda de cambio en los pueblos.

-Son muchas las hermandades que cuentan con tu colaboración pero, ¿cuáles de nuestras cofradías cuentan contigo en la nómina de hermanos? ¿Alguna que no sea de nuestra ciudad?
Soy hermano del Cristo de San Agustín y de la Santa Cena, además de la Patronal de Motril, en torno a la Virgen de la Cabeza Coronada.

-Muy conocido en el mundo cofrade por tu voz, única y especial, que transmite mucho más que palabras. Ello te ha hecho portavoz de la información cofrade en muchas ocasiones. ¿Cuántas han sido las experiencias en medios de comunicación cofrade?
Me comprometes porque la respuesta puede parecer soberbia. Digamos que he pasado por dos televisiones, tres radios y dos diarios, dedicándole 13 años a los medios de comunicación, de los que resaltaría el Equipo de Saeta /El Llamador de Granada en Canal Sur Radio, envidiable conjunto profesional y cofrade.

-Personalmente te puedo decir que alguna vez he podido escuchar un extracto de la colaboración de Canal Sur Radio con la Agrupación Musical de la Estrella en la que narras la salida de la Borriquilla de Motril. Además te hemos podido ver con un micro en más de una semana grande. ¿Cómo es para ti contar la Semana Santa a través de las ondas?
Tuve la fortuna de contar con aquellos que supieron hacerme ver que la retransmisión de una Hermandad en la calle requiere mucho del que “nunca ha de enjuiciar”, que para eso habrá tiempo. La magia de la radio no tiene parangón y la capacidad de contar lo que uno ve, para que lo vean los que no están, es lírico. Las retransmisiones más auténticas debieran ser pregones, que a la vez informan.

-Del micrófono al atril has pasado ya tantas veces que serían muchas las palabras que anotar en esta entrevista pero, sin lugar a dudas, podemos apuntar que el teatro Isabel la Católica en la cuaresma del 2015 tuvo que ser, sino la que más, una de las ocasiones más especiales en las que has tomado la palabra. ¿Cómo viviste aquel pregón oficial de la Semana Santa de Granada desde tu designación hasta el ‘he dicho’ final?
La respuesta de los cofrades de Granada fue abrumadora, desde la designación a la crítica posterior. Tardé semanas en responder centenares de apremios y mensajes que me recordaron que los pregoneros pasamos por los atriles y queda el Acto, que es, como lo bautizamos en su día, la Fiesta de la Palabra. El Pregonero de Granada acude con la responsabilidad de saber que este fue el primer pregón cofrade del Mundo y que por el mismo han pasado autores indiscutibles como Federico. Y yo quise sobre las tablas de La Católica, devolverle a mi Granada, algo de lo mucho que me ha dado. Aún hoy no sabría cómo agradecer tanto y de tantos.

-Tu pregón marcó un antes y un después en la tradición de la palabra oral y escrita en lo que a pregones oficiales se refiere, pues la mayor parte fue expresada en una prosa romántica que no dejaba de transmitir la belleza de toda una ciudad y su semana mayor. ¿Por qué decidiste escribirlo así?
Considero que los pregones deben ser obras literarias; hemos alcanzado cotas altísimas en casi todas las disciplinas artísticas cofrades y le prestamos por el contrario una mínima atención a la literatura. Sin embargo, es la disciplina con mayor número de convocatorias (pregones, presentaciones y exaltaciones, se suceden por decenas en la ciudad, a lo largo de todo el año). Intenté demandar la importancia de la poesía en lo cofrade, componiendo 1.350 versos en todo tipo de métricas. Por algo Granada es Ciudad de la Poesía, como fue declarada ya en 1916. Decía Federico que Sevilla está hecha para la música y Granada para lo poesía. Y es una herramienta muy rítmica para hablar de cosas tan importantes como Granada  y nuestra Semana Santa.

-No sólo de pregones vive el cofrade. Tú además te desvives como costalero, entre otras, de la cuadrilla de la Novia del Realejo, la Virgen de la Victoria. ¿Cómo defines tu vida costalera?
Soy un “rara avis” que sigue pensando que la distinción actual entre costalero aficionado y costalero devoto nos traerá consecuencias en el futuro. He formado parte de las cuadrillas donde la Imagen procesional me ha despertado sentimientos de fe. Esperanza, Mayor Dolor, Remedios o Victoria y presto como hermano, el servicio que requiere mi Hermandad bajo Nuestra Madre y Señora de la Consolación. Nada de esto es comparable a sentirse los pies de Dios, del VERDADERO DIOS que es ser Costalero Sacramental y otros pasos granadinos y de fuera en los que he tenido la suerte de sentirme parte de este universo tan indecible. Costalero es ponerse al servicio de la fe y de la Hermandad. Todo lo demás nos conducirá a recovecos muy peligrosos en el futuro.

-Y como cofrade en general, ¿cómo vive David Rodríguez el mundo cofrade y la fe de la Iglesia durante todo el año?
Intento participar de cuánto ofrece, afortunadamente mucho, Granada. Mi fe sigue los postulados que nos enseñaron mis Padres Agustinos que sembraron en mí y en mis amigos de infancia enseñanzas que nos acompañarán por siempre. La Parroquia de Santo Tomás de Villanueva es el escenario de los sacramentos de los amigos y de la familia que va creciendo y luego, no todo lo que debiera y quisiera, está la activa programación cultual de mis Hermandades.

-Tu labor de historiador te hace pasar las horas y los días entre el romántico pasado de nuestra ciudad y su actual realidad. ¿Cómo es para ti vivir inmerso en la ciudad de Granada y participar de su historia, cultura y tradiciones?
Hace años un compañero de fatigas de la Historia del Arte decía que Granada tiene un pasado tan rico y un patrimonio histórico tan abundante, que más que un premio es un castigo. Intentamos cada día darle un poco a la historia mediante informes, catálogos, tasaciones, explicaciones, puestas en valor, investigaciones. Pero el arte en sí te da siempre, mucho más de lo que te exige. Yo más que como historiador, me defino como esteta. Y ya dijo Alejandro Dumas que “empiezo a pensar que hay un placer todavía mayor que el de ver Granada. Y es el de volverla a ver”. Y tengo la fortuna de no separarme de ella.

-David, tú que estás a caballo entre la juventud y la madurez de aquellos veteranos cofrades, ¿cómo definirías la actual situación en nuestras hermandades y cofradías?
Hoy hemos conseguido que para aprobar un diseño, pergeñar un Aniversario, proponer un acto, pregonar o formar parte de una cuadrilla costalera, haga falta conocimiento, cultura, experiencia y afán. La Semana Santa granadina puede que pase por el mejor momento estético y patrimonial de toda su dilatada historia (al menos, existe desde hace 476 años) pero adolecemos de algo fundamental: es necesario que enseñemos qué es sentirse hermano y vivir en Hermandad. La Semana Santa pobre y embebida que no llegué a conocer porque la mía estaba en vías de crecimiento, se cargaba de algo que nos falta; sentirse hermano era condición sine quae non para hacer Hermandad. Hoy hemos individualizado todo a tal extremo, que algo que no se entiende sin el concurso de todos y que está implícito en su significado (Hermandad o Cofradía), se viva de forma aislada. Por eso acuño un lema como origen y fundamento del mundo cofrade, y en este orden… FE Y CULTURA.

-Dicha transición no sólo se realiza en juntas de gobierno, cuadrillas de costaleros o bandas, también en  escultores, pintores, vestidores, compositores, pregoneros… ¿Crees que hay traen buen nivel todos los jóvenes cofrades en estos campos artísticos?
El mejor de nuestra historia sin duda. Hemos resucitado de la orfandad artística para situar a diseñadores y bordadores a niveles únicos. Las vestimentas de las Dolorosas de Granada superan con creces a casi todos los rincones geográficos de la Semana Santa española y la juventud, universitaria, preparada y con una herencia más que nutrida, ocupa lugares de responsabilidad que han ganado por méritos propios. Pero permíteme que me acuerde de los que nos han legado todo esto. Sin ellos, con sus defectos y precariedades, pero con su VERDAD, en mayúsculas, no tendríamos la proyección que posee nuestra Semana Santa. A nuestros abuelos y a los abuelos de nuestros abuelos, les debemos como poco, el reconocimiento por habernos dejado una herencia que ahora nosotros, aumentaremos para los que nos sucedan.

-Volviendo al terreno personal y cofrade, ¿cómo se plantea el presente curso cofrade para ti y tus hermandades?
Yo me vuelvo a cargar de pregones, conferencias y moderaciones, con sumo gusto, incluso por tierras castellanas. Mi Hermandad del Cristo de San Agustín seguirá afanada en poner forma a un V Centenario, ahí es nada, que ya soñamos callados algunos y la Santa Cena continúa enfrascada en la puesta en valor, cultual, de su inigualable patrimonio devocional. Pero es que cada año, aunque fuera repetido, no sería igual. Es un cliché cierto y seguro que sólo tiene la Semana Santa.

-Aunque en el pregón de 2015 nos diste más de una pista, ¿cómo vive David Rodríguez Jiménez-Muriel la Semana Santa desde que sale la hermandad de la Borriquilla el Domingo de Ramos?
Procuro estar en la calle todo lo posible. Algunos denostan muy a la ligera el marco plástico e histórico que Granada le pone a nuestras Hermandades; pero hay espacios y rincones que no pueden dejar de vivirse en Semana Santa. Si a eso le sumas que soy un amante de las Cofradías de corte severo, donde los palios de los Reyes o de la Merced anden, me veréis.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
¿No era todo más grande e importante? ¿Había más nazarenos o menos capacidad de aguante? A mí me sobrecogió ni me acuerdo cuánto, el Señor de la Expiración atravesando el Puente. A lo mejor ese imponente Cristo tiene buena culpa de mis desvelos cofrades.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
El Santo Crucifijo de San Agustín.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
La Santísima Virgen de la Esperanza.
- Tu mejor recuerdo como cofrade:
Las tertulias de la tarde del Lunes Santo entre aquellos que hicimos las primeras salidas de Nuestra Madre y Señora de Consolación.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
Ver el Vía Crucis en Girones. ¡Se detiene el tiempo!
- Tu rincón para ver cofradías:
El Pasaje Diego de Siloé.
- Tu momento más feliz como cofrade:
La primera levantá en la calle.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
La incomprensible suspensión de la Hermandad del Nazareno
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Poética.  
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Muchas vinculadas a la radio y a la inigualable cantidad de horas de retransmisión en directo que hacíamos. Algunas inconfesables pero rompo el silencio en una: la unidad móvil número uno se encajó en uno de los recovecos de San Cristóbal, cuando la Hermandad finalizaba cerca de las cinco de la mañana, y fueron algunos hermanos de la Agrupación de la Estrella los que liberaron aquel furgón interminable. Allí aprendieron por qué la empresa repetía como eslogan: “la nuestra”. Porque llevaron a “la nuestra a hombros”.

Muchas gracias David, por esta entrevista y por tu implicación y pasión en el mundo cofrade.

A vosotros siempre. Cuando se le pone interés por informar y por formar como lleva haciendo tanto y tanto Cruz de Guía, los demás contraemos una deuda impagable.