miércoles, 5 de octubre de 2016

JOSE LUÍS RAMÍREZ DOMENECH #DeCerca


Aún con la vivencia y el recuerdo tan cercano de un hermoso septiembre lleno de María y sus Angustias en Granada, nos adentramos en el inicio de un nuevo curso cofrade lleno de ilusiones y proyectos en cada una de las cofradías de nuestra ciudad como también en el seno de nuestro equipo de Cruz de Guía.
Como ya ocurriera el pasado curso, cada miércoles tendremos una cita especial con nuestra sección de entrevistas #DeCerca, donde conocemos de un manera más personal a cofrades y cristianos que viven su fe de un modo intenso y cercano a nuestras hermandades y en la Iglesia de Granada.
En esta ocasión, quien protagoniza nuestro espacio de entrevistas es Jose Luís Ramírez Domenech, cofrade de la hermandad de Santa María de la Alhambra y un enamorado de las ondas radiofónicas.

-Antes, mucho antes de dirigir la Junta de Gobierno de la hermandad del Sábado Santo o de comisionar el proceso de coronación de la Virgen de las Angustias de Santa María de la Alhambra, Jose Luis Ramírez llega a la vida pública de la ciudad con el periodismo bajo el brazo. ¿Cómo se da a conocer Jose Luis?
Claro que sí Manolo, para comisariar el proceso de coronación de las Angustias de la Alhambra, habían de pasar aún muchos años. Yo entro en la radio en el capazo, de la mano de mi madre, pero profesionalmente, también muy joven,  a través del campo de la publicidad, tras hacer (por prescripción familiar) la licenciatura en Derecho y un máster en Marketing que después completaría con un MBA. Al periodismo accedí más tarde, en 1988, cuando me nombraron director de la emisora decana de la ciudad.   Por aquel tiempo el ejercicio de la información comercial y de la información periodística eran incompatibles.


-Mercedes Domenech, tu madre, es una histórica del mundo radiofónico. ¿Cómo eran tus primeros años en la Radio? ¿Eran más fáciles por tener a ese gran referente o era una presión mayor?
La radio para mí era como un juego, yo aprendí a dar mis primeros pasos en la “casa de la perragorda”, donde por entonces se encontraban los estudios de Radio Granada, y era el juguete de todos los compañeros de mi madre. Absorbí el mundo radiofónico al mismo tiempo que el biberón.

-Está claro que el micro lo conocías de bien pequeño pero, ¿qué fue antes, las ondas o el capillo nazareno?
Las ondas, por supuesto, la primera grabación que realicé fue para el personaje “Javi” en una parodia de la famosísima novela “Ama Rosa”, cuando tenía apenas dos años. Era una frase larguísima: ¡Uy, esto me escama!...... (bromea).

-¿Cómo fueron los inicios cofrades de Jose Luis Ramírez?
Mi primer domicilio en Granada fue la Cuesta de Gomerez, con lo cual tuve la suerte de presenciar mi primera procesión desde el balcón. Era, por supuesto, la de Santa María de la Alhambra, y en ella me quedé. No obstante, y al no permitir La Alhambra la salida de niños –los pocos que salían con traje de “abogaillo” se reservaban para los hijos de los directivos-,  mis primeras salidas procesionales fueron con la Hermandad del Santo Entierro, cuya presidencia recaía en el director de mi colegio, D. Luis Molina Gómez, al que si gustaba llevar un cuerpo de monaguillos en la procesión. Creo que mi primera salida con mi Hermandad fue a los doce años.

-Si alguien se encuentra contigo, rápidamente te reconoce como hermano cofrade de la Alhambra, pero ¿hay alguna corporación más que cuente contigo en la nómina de hermanos?
Sí. Ayudo económicamente a otras hermandades de penitencia, y por tanto figuro en su nomina, pero solo de esa forma. Soy horquillero de la Hermandad Patronal de las Angustias y Presidente este año de la Hermandad Patronal de San Juan de Dios. Como sabes, ambas hermandades de gloria están a su vez hermanadas con la de Santa María de la Alhambra, y a ellas he llegado a través de esta.

-Como bien dices, ahora presides el trabajo de la corporación de los hermanos de San Juan de Dios. ¿Cómo se vive el curso cofrade en una hermandad de Gloria?
La Asociación del Santo Escapulario, que es como se denomina realmente la Hermandad Patronal de San Juan de Dios, es una hermandad que dedica el 100% de sus ingresos ordinarios a las obras de piedad y caridad. Se vive, por tanto, de una forma bien distinta a la de otras hermandades, se está mucho más al tanto de la vida real de muchos granadinos, a los que intenta ayudar a mantener una mínima dignidad en su relación con los demás. La llamada “pobreza vergonzante” es mucho más numerosa de lo que queremos creer los que estamos asentados económica y socialmente.

-¿Qué proyectos tienes en mente para la hermandad del Copatrón de Granada?
Desgraciadamente la labor asistencial de la Asociación no es excesivamente atrayente a la gente joven, creo que, fundamentalmente, porque la desconocen. Hay otras actividades de la Orden Hospitalaria (el voluntariado de comedor, por ejemplo) que si cuenta con mayor participación. Esta es la gran labor que tiene que hacer la Asociación, darse a conocer, y captar la voluntad de ayuda que los jóvenes tienen innata. ¿Te apuntas Manolo? Además, y siempre con ingresos extraordinarios, hemos de conservar el excelente patrimonio con que cuenta la hermandad.

-Aún teniendo esa gran responsabilidad debe ser un trabajo sencillo para ti, pues han sido muchos años de gestión a la cabeza de la hermandad de la Alhambra como Hermano Mayor. ¿Cómo fueron aquellos años? ¿Fueron más fáciles por haber pasado ya el proceso de coronación?
No, no creas. La nueva junta directiva de la Hermandad Patronal de San Juan de Dios, se ha propuesto este año una renovación de objetivos –siempre claro está dentro de lo que ordenan nuestra Reglas-. El simple hecho de la afluencia de jóvenes (con el cuerpo propio de costaleras de San Rafael, por ejemplo) está ya inyectando savia nueva que esperemos fructifique pronto. Por otro lado pretendemos recuperar la pujanza que en otro tiempo tuvo la devoción al Niño Jesús de Granada y su hermandad infantil.
Respecto a la otra parte de tu pregunta, te diré que la gestión directa de la hermandad alhambreña durante los ocho años de mi mandato fue relativamente fácil, y digo relativamente porque el hecho de tener los “objetivos cofrades” básicamente cumplidos, esto es un excelente patrimonio y nuestra Titular coronada, llevó a muchos a creer que todo estaba hecho, cuando aún quedaban tantas cosas… No obstante la Hermandad tenía una base tan amplia y segura y su trayectoria era tan esplendorosa que las dificultades fueron desapercibidas para la mayoría. Fue una época de cambio, y en ella hay que “nadar entre turbulencias”. Bueno creo que la línea que iniciamos en aquel momento y que ha sido eficazmente seguida por las siguientes Juntas de Gobierno está empezando a recoger unos frutos que auguran un magnífico futuro.

-Unos años antes ejercías de comisario para que Santa María de la Alhambra fuese la primera imagen mariana de nuestra Semana Santa en ser coronada canónicamente. ¿Cómo fue de especial aquel proceso? ¿Qué queda hoy de toda la ilusión de aquellos años?
La serenidad de una obra, creo que bien hecha. No me corresponde a mí  juzgarla, solo agradecer,  una vez más, a todos los que nos ayudaron su esfuerzo y dedicación.
Era un tiempo muy especial, no existía tradición al respecto, la coronación inmediata anterior –la de la Virgen del Rosario, copatrona de la Ciudad- era de casi 40 años antes- y el ambiente eclesiástico no era excesivamente favorable. Se decía que lo de las coronaciones era cosa de “otros sitios”… Afortunadamente tuvimos la inestimable ayuda de Msr. Cañizares, por entonces Arzobispo de Granada, y pudo llevarse a efecto, con la implicación de prácticamente todas las instituciones de la ciudad, el apoyo de sus hermandades, y el fervor de los granadinos. Pocas veces a lo largo de su historia se ha llenado repetidamente la catedral de Granada como en aquella ocasión.

-En la actualidad, sigues al pie del cañón en la corporación alhambreña dentro de la ejecutiva. ¿Cómo es el momento actual de tu hermandad?
A esto también puedes contestar tú, que formas parte  de su Junta de Gobierno. Hombre, creo que la labor de renovación y actualización que ha realizado nuestro Hermano Mayor, D. Antonio Olivares, está empezando ya a recoger sus frutos, y ya he dicho antes que le auguro un espléndido futuro. Nuestros Titulares son muy queridos y venerados por los granadinos y la manifestación del Sábado Santo con decenas de miles de personas en las calles es difícilmente comparable.

-Con este año se cierra el ciclo de otro hermano mayor como es Antonio Olivares y para el mes de junio se convocarán elecciones. ¿Cómo se prevé ese cabildo electoral? ¿Crees que va a haber candidatos ilusionados para trabajar por sus hermanos?
Estoy seguro, y ojalá sean varios. Entiendo que para cualquier cofrade comprometido es un reto y un orgullo que su hermandad le elija como hermano mayor. Yo digo, parodiando a Napoleón, que cualquiera de los miembros de nuestro grupo joven debe llevar en la mochila la vara dorada de HM. Las Hermandades necesitan renovarse permanentemente y ver las cosas desde ópticas diferentes, aunque entiendo que los recién llegados a la más alta responsabilidad también han de guiarse por quienes la han ostentado con anterioridad. Creo que ahí radica la pervivencia de las hermandades a través de los siglos, en una combinación de tradición e innovación.

-Que la hermandad de Santa María de la Alhambra está encasillada en el Sábado Santo es algo muy evidente para los jóvenes cofrades, pero los que no lo son tanto aún recuerdan los Jueves Santos en el recinto alhambreño. ¿Por qué se determinó ese cambio de día? ¿Se ha planteado en alguna ocasión volver al jueves?
Lo primero que debo decir es que llevamos casi tanto tiempo en Sábado como lo estuvimos en Jueves. El que en 1977, con ocasión del cincuentenario de la Federación de Cofradías, el máximo órgano cofrade de la ciudad nos pidiera el cambio de día fue para conseguir una mayor recaudación económica por venta de sillas; la causa de 1978, el cincuentenario de la Hermandad, y los siguientes el asentamiento en el día. Al principio el cambio de día era motivo de confrontación de pareceres, pero con el tiempo quedó solo en residual. Hace unos años con motivo de la “Passio” volvimos a realizar la salida en Jueves, y la mayoría de nuestros hermanos actuales la encontraron extraña. Si me pides mi parecer personal, creo que nuestro día es el sábado, y el jueves un recuerdo casi borrado… Además, y no es baladí, nuestros Estatutos fijan el sábado como día de nuestra anual estación penitencial.

-Las hermandades sufren las modas con el paso de los años. Tras la coronación, la hermandad del Sábado Santo, vivió unos años muy intensos pero poco a poco fue perdiendo en número de hermanos y en filas de nazarenos. Es evidente que no sólo las modas, sino el gran trabajo de la actual junta ha hecho crecer de nuevo el interés por Santa María de la Alhambra.
No estoy de acuerdo. Efectivamente el número de hermanos disminuyó, no teníamos el atractivo que para algunos suponía La Legión  –también tenía muchos detractores-, y ya no teníamos el objetivo de la coronación, con lo que el atractivo del la hermandad parecía minorar. Si a esto le añades el indudable crecimiento de otras hermandades con “paso de palio” y los grandes “misterios” de estilo sevillano, y la moda del costal, hizo que algunos se plantearan que quizá su hermandad estaba en otro sitio. Jamás hemos bajado de los 700 hermanos (de pago efectivo) y esto nos hace tener un sustrato devocional real que está por encima de modas. Ahora y con la base devocional de siempre y la adaptación a los nuevos tiempos que ha supuesto la reforma del paso procesional, hemos incrementado tanto el número de hermanos en nómina, como su participación en filas, aunque para esto último no sea ajeno la disponibilidad del traje penitencial, que durante un cierto tiempo retrajo –por inexistente- la participación en la estación penitencial.

-Hace unos años se eliminaron los tradicionales palos del paso de María Santísima, y a los años se pasó a costal. Los más añejos en la cofradía siempre han discutido esta decisión. ¿Cómo se ha vivido esa transición?
No sin contestación, y habrá que esperar a la próxima transición de la Junta de Gobierno, para ver realmente su implantación. Hay muchos hermanos que no renuncian a volver a la forma más tradicional de varales exteriores. Personalmente creo que de una u otra forma la devoción popular de los granadinos hacia la Santísima Virgen no variará y la forma de llevarla no influirá en absoluto. Creo que esas disquisiciones son más de “capillitas” que del devoto real.

-El Grupo Joven de la Alhambra ha vivido unos años de gran actividad, ¿cómo definirías el estado actual de los jóvenes cofrades de toda Granada?
En constante crecimiento. El grupo joven de la Alhambra, con el apoyo total de su Junta de Gobierno,  sigue cumpliendo año tras año con los objetivos que le marca el Hermano Mayor. La formación –imprescindible en el concepto de hermandad actual- es cada vez más importante en el mundo juvenil, y he de decir que más numerosa en número de hermanos y en profundización en el conocimiento de lo que significa ser cristiano en el mundo en que vivimos. Y, entiendo, que si esto pasa con el grupo joven de La Alhambra, con los demás ha de pasar igual.

-Y la Semana Santa en sí, esos días mágicos llenos de fe y oración, ¿cómo los vive Jose Luís Ramírez Domenech?
Pues eso, llenos de fe y oración. Pero siempre desde el punto de vista cofrade. Me explico, los cofrades sabemos todos que Cristo resucitó y que su bendita Madre María sufrió con Él la Pasión que redimió al mundo, y por tanto, tanto a Él como a Ella, los arropamos de todo nuestro cariño e intentamos hacérselo lo más llevadero posible. Es un carisma no siempre entendido por todos, pero es el que elegí hace muchos años. Eso, evidentemente, con la celebración del Triduo Pascual renovador, llenan mis días de Semana Santa. 

-Como cofrade de a pie, ¿cómo definirías el estado actual de nuestra semana mayor? ¿Qué mejorarías?
Vivo, muy vivo. Quizá sea el movimiento religiosa más extenso de todos, el que mejor concita la necesidad de la Iglesia de acercarse a “los alejados”. Siempre he dicho que una pequeña oración de petición de alguien en una esquina a su Cristo o Virgen amados, una sola lágrima derramada, tiene más valor que la más docta de las homilías de un sacerdote. Eso solo ya justificaría para mí la existencia de las Hermandades. Pero como no debemos quedarnos en eso, entiendo que hay que seguir profundizando en los campos de la formación y de la Obra Social que mantenemos. Si el Amor (la Misericordia de Dios que celebramos este año) es la base de nuestra Creencia -recordar a San Pablo-, todo lo que hagamos por él, será  poco. Y ahí, precisamente ahí, está nuestro reto.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
La alegría de vestir por vez primera el hábito crema.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
Dos. Ambas son la imagen de mi Cristo en brazos de su Madre. Vivo y de pié, el de Jesús del Rescate. Muerto y crucificado, el Stmo. Cristo de la Misericordia.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
Evidentemente Las Angustias de la Alhambra. Si me preguntas por otra, la Soledad de San Jerónimo, y si me preguntas por un palio…probablemente el de La Esperanza.
- Tu mejor recuerdo como cofrade:
 Sin duda el momento en que D. Antonio Cañizares coronó nuestra imagen.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
La salida del Stmo. Cristo de la Misericordia, en el atrio de la iglesia de San Pedro, en la Madrugada del Viernes Santo.
- Tu rincón para ver cofradías:
La carrera del Darro granadina es difícil de igualar en cualquier otro punto de nuestra geografía.
- Tu momento más feliz como cofrade:
A nivel estrictamente personal mi designación como Hermano Mayor y la acogida que recibió mi Pregón de la S.S. que parece conectó con el sentir de los cofrades que abarrotaban el Isabel la Católica.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
El enfrentamiento, gracias a Dios superado en todos sus aspectos, con otros hermanos por diferentes formas de concebir nuestra Hermandad.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Voy a ser muy tradicional: ¡Incomparable e inconfundible!
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Una casi de película. En Sevilla, balcón de la casa de Hermandad de la Macarena, Rocío Jurado cantando una saeta dictada por José María Pemán….Sí ¡ya lo sé! Soy más viejo que la tos (bromea).


Muchas gracias Jose Luís por esta entrevista y por todo tu trabajo e implicación en nuestra Semana Santa.