Pasado ya el Domingo de la festividad de Cristo Rey del Universo, y a las puertas del inicio de un tiempo de espera y preparación como es el Adviento. Hoy aprovechamos de nuevo la oportunidad para conocer más en profundidad a un cofrade de nuestra Semana Santa. En concreto, en esta ocasión protagoniza este espacio de entrevistas un sacerdote de la diócesis de Granada que vive de un modo intenso el movimiento de las hermandades y cofradías. Hoy conocemos #DeCerca a Víctor Manuel Valero Mesa.
-Natural de
la localidad granadina de Churriana de la Vega, pero un granadino más, muy
implicado en la fe de la Iglesia y en las hermandades desde joven. ¿Qué fue
antes Víctor: la vocación o la pasión cofrade?
Yo diría que
no se pueden separar. Las dos han estado en mí desde hace mucho tiempo. Y han
permanecido unidas en toda mi etapa de formación en el Seminario. Y mi vida sacerdotal y mi pasión cofrade siguen
estando unidas de un modo pleno.
-¿Cómo
fueron tus inicios cofrades?
Renazco de
un pueblo donde todavía hay muchas hermandades y con un par de años, mi padre
se encargó de que yo fuera hermano de todas, como ya lo era él. Así que desde
muy niño ya pertenecía a la Hermandad del Santísimo, a la de la Virgen de la
Cabeza, a la de la Virgen de los Dolores, Nuestro Padre Jesús, Corazón de
Jesús, hermandad de Ánimas y a la Adoración Nocturna. Y al estar siempre muy
cercano a la parroquia en las distintas actividades, estuve muy relacionado con
todas y cada una de ellas. Y ya siendo diácono ingresé como hermano de la
Hermandad de Jesús del Gran Poder y de la Virgen de la Esperanza de nuestra
ciudad de Granada.
-Churriana
de la Vega es una localidad muy cercana a la capital pero, ¿cómo se vive allí
la Semana Santa?
La Semana
Santa en mi pueblo se vive como en muchos pueblos de la provincia. De una forma
sencilla pero desde la piedad cristiana y con el sentir de la Iglesia. La
verdad es que no hay grandes procesiones, ya que Granada se encuentra muy
próxima y la gente suele ir a Granada a disfrutar de los cortejos
procesionales. Que yo recuerde, ya que llevo más de 15 años fuera de mi pueblo,
se hacía la procesión de Palmas del Domingo de Ramos desde la plaza del
Ayuntamiento hasta la Parroquia. Esa misma tarde de Domingo de Ramos salía en
procesión la Imagen de la Virgen de los Dolores. Ya el Viernes Santo se
realizaba de forma cantada el ejercicio del Viacrucis por las cruces que hay
desde la parroquia a la ermita donde finalizaba delante de las tres cruces. Y el Domingo de Resurrección tenía lugar el
encuentro del Resucitado con la Imagen de la Virgen, todo esto en medio de un
estruendo de petardos.
-Te hemos
podido ver en cultos o vía crucis de diferentes hermandades, incluso
acompañando a algunas de ellas en sus cortejos procesionales, pero ¿qué
cofradías cuentan contigo en la nómina de hermanos?
Pues sólo
pertenezco a la Hermandad de la Esperanza. Pero siempre que me piden y cualquier
cosa otras hermandades de nuestra ciudad y puedo, no dudo en acudir a ellas.
-¿Cómo es tu
vida de hermandad y relación con la corporación del Martes Santo estando tan
atareado con tus labores pastorales?
Debido a mi
labor pastoral me es muy difícil poder participar de una forma activa durante
el curso cofrade en mi hermandad. Pero no suelo faltar a la Función Principal
de Cuaresma, y a realizar la Estación de Penitencia el Martes Santo en la
presidencia de la Virgen.
-Son muchas
tus labores pastorales en todos los pueblos en los que estás: Alhama, Cacín,
Játar, Santa Cruz del Comercio, Arenas del Rey, capellán de la Clarisas de
Alhama. ¿Cómo se vive la Semana Santa en estas poblaciones?
Son días
grandes para nuestra fe y esto todavía se nota en estos pueblos. La verdad que
ya ha decaído mucho la participación masiva a las celebraciones de la Semana
Santa pero son días en los que la gente goza de cada uno de los días de esta
Sacratísima Semana. Las procesiones se realizan de una manera muy sencilla pero
profundamente devota.
-Un
sacerdote comprometido con las hermandades, hasta el punto de llevar su palabra
al entorno de la semana mayor no sólo a través de homilías, también tras el
atril y algún pregón o presentación. Hace unos años presentabas el cartel de tu
hermandad en el salón de plenos del Ayuntamiento de Granada. ¿Cómo fue esa
experiencia?
¡Puf! Fue
una experiencia increíble para poder demostrar públicamente y en un lugar como
es el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Granada, mi amor y devoción a mi Virgen de la
Esperanza. Un cartel magnífico que dejaba patente la belleza de la Niña de
Santa Ana. Un día que nunca podré olvidar y en el que pedí públicamente su
coronación canónica y hoy ya es un hecho, gracias a Dios.
-No serías
el primero pero, ¿has pensado en que pregonar, como sacerdote cofrade que eres,
a la Semana Sata de Granada?
Nunca se me
ha pasado por la cabeza pregonar nuestra Semana Santa. Un pregón que seguro que
otros sacerdotes cofrades harían muy bien y que yo mejor ni lo pienso.
-Un
‘sacerdote cofrade’ es una denominación que se usa ahora con aquellos curas que
muestran su gusto y participación en las hermandades. En ocasiones la relación
de alguna hermandad con su consiliario hace que se creen muros de comunicación
y convivencia, por lo que hay diferencias y desencuentros, ¿por qué crees que
esto sucede en ocasiones?
Muchas veces
esas diferencias que se dan entre los consiliarios y las hermandades se deben a
la falta de comunicación entre las dos partes. También otras veces hay que
buscar la culpa en el consiliario que se cierra en banda en algunos temas,
debido a su pensamiento, formación o carácter, y otras veces a las hermandades
y su posicionamiento en algún tema o cuestión. Pero que hablando se entiende la
gente y creo que siempre es posible llegar a un acuerdo para que todo salga
bien y haya buena relación entre ambas partes, ya que esto es muy importante en
el día a día de toda hermandad.
-La gran
mayoría de nuestras hermandades presentan unos grupos jóvenes consolidados y
activos, ¿crees que de ellos puede salir alguna vocación sacerdotal o
consagrada?
No lo dudo.
Es una tarea que se ha tenido muy olvidada y de la que nos tendríamos que
preocupar más los sacerdotes, en este caso, los consiliarios de cada hermandad.
-Aterrizando
un poco en la actualidad cofrade, ¿cómo ves el estado de nuestras hermandades y
cofradías?
Creo que
cada año nuestra Semana Santa va a más. Es muy bueno el trabajo que realizan
tanto la Federación de Cofradías, cada una de nuestras Hermandades,
Ayuntamiento y todos aquellos que de una
forma u otra hacen que nuestra Semana Santa sea más grande.
-¿Y en el
ámbito formativo?
Alguna vez
he tenido la oportunidad de tener una charla de formación en el alguna
hermandad y me he dado cuenta que los que suelen asistir son siempre los
mismos, los que están para todo. En este ámbito creo que habría que hacer más
hincapié y recordad a todos los hermanos la importación de una buena e integral
formación cristiana para poder vivir nuestra fe en hermandad.
-El pasado
domingo se clausuraba el Año de la Misericordia, muy presente en la vida de
hermandad y de parroquia durante todo el año. ¿Con qué crees que nos debemos
quedar los cofrades de todo este tiempo?
El lema de
este año jubilar ha sido:” Misericordiosos como el Padre”. Pues que esta
misericordia no se quede en palabras y buenas intenciones sino que hagamos de
cada hermandad un reciento de misericordia, tanto en las obras, como en las
acciones y proyectos de cada una de nuestras hermandades. La puerta santa se
cerró el Domingo de Cristo Rey pero la puerta de la Misericordia de cada uno de
los cofrades tiene que estar abierta de par en par.
-Ahora
comienza el Adviento y con él un nuevo tiempo de espera y preparación, el cual
nos recuerda, en cierto modo, al otro tiempo litúrgico donde predomina el
morado. ¿Cómo crees que deben vivir este tiempo previo a la Navidad los
hermanos cofrades?
Celebrando
de verdad y cristianamente a ese Divino Niño que viene a salvarnos. Preparando
nuestra vida para que sea un pesebre
donde el Señor pueda nacer y naciendo en nosotros nazca en nuestro
mundo, en nuestras familias, en nuestras hermandades y allí donde se encuentre un cofrade.
-Como suelen
decir, aunque aún no haya nacido, los cofrades ya pensamos en la Muerte y
Resurrección de Jesús. Por ello te pregunto, aunque aún quede lejos: ¿qué
deseas para la Semana Santa de 2017?
Lo mejor
para cada una de las Hermandades. Que vivan de verdad la Fe en Cristo, muerto y
resucitado y que sigan haciendo manifestación pública de nuestra Fe por las
calles de nuestra ciudad de la manera más digna para que aquellos que admiren y
contemplen cada uno de los pasos descubran el amor infinito que Dios nos tiene,
que entrega a su Hijo para salvarnos y que tengamos vida, y una vida en
abundancia.
Y para
conocerte un poco más de cerca:
- Un recuerdo de tu infancia como cofrade: la imagen en mi cabeza de un viacrucis en mi pueblo el Viernes Santo del Año 1990.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa: el Señor del Rescate.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa: Mi Niña de Santa Ana, la Virgen de la Esperanza.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas): encierro del Cristo de la Misericordia en San Nicolás.
- Tu rincón para ver cofradías: Plaza de la Mariana.
- Una marcha cofrade: ‘Concha’ de Víctor Manuel Ferrer.
- Tu momento más feliz como cofrade: el anuncio de la Coronación de la Virgen de la Esperanza.
- Y el que te hubiera gustado no vivir: la lluvia que deslució por entero la Magna Mariana con motivo del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de las Angustias.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa? Única, magnífica, íntima, cercana, emotiva.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido: un dolor horrible de muelas que no impidió que realizara la segunda estación de penitencia con mi Hermandad.
Muchas
gracias Víctor, por esta entrevista y por tu cercanía a nuestras hermandades y
cofradías.