Estos suelen ser los días
más largos para los cofrades, pues parece que se acerca el tiempo de los
preparativos pero no acaba de llegar la cuaresma. Entre tanto, aquellos que
aman la vida de las hermandades y cofradías se nutren de actos y actividades,
pero también de las noticias que los medios de comunicación cofrade hacemos
llegar.
Los profesionales de la
comunicación y todas las personas que les ayudan y rodean, son básicas en
nuestro día a día, también en el mundo cofrade, donde los medios hacen más
visible toda la actividad pastoral que llevan a cabo las corporaciones dentro
de la sociedad, y en particular en nuestra ciudad de Granada.
Por ello, hoy queremos
daros a conocer un poco más a un cofrade empedernido, pero a la vez un
comunicador que lleva muchos años dando a conocer la vida de las cofradías. Hoy
conocemos #DeCerca a Jorge Martínez.
-Con un
rostro más que conocido en la sociedad de Granada, Jorge Martínez se presenta
como un granadino que ha dedicado gran parte de su vida a comunicar y hacer
llegar la información cofrade, pero para empezar queremos conocer más sobre la
persona: ¿cómo fueron tus orígenes y niñez?
Debió
marcarme sin lugar a dudas haber nacido en casa de mis abuelos, en calle Reyes
Católicos. Todas las cosas importantes de Granada pasaban bajo el balcón de la
casa y, lógicamente también la Semana Santa. Ahí debió iniciarse mi pasión por
las hermandades. Eso, unido a la formación cristiana de mis padres y del
colegio de los Hermanos Maristas donde me formé en EGB y en parte del BUP.
-Son muchos
años tras los micros pero pienso que la pasión cofrade llegó mucho antes. ¿Cómo
llegaron las cofradías a Jorge Martínez?
Mi vida
cofrade la quise comenzar en la hermandad de mi barrio de San Matías, mi
parroquia donde me bautizaron, las Penas, pero era demasiado pequeño y no hubo
túnica para mí. Tampoco en el Rescate, otra de mis pasiones. Cuando ya crecí la
trabajadera del paso de Nuestra Señora de la Soledad me llamó y… allí aterricé.
Con poca fortuna, eso si. Pero eso ya son cosas que quedaron muy atrás.
-Y sobre los
medios, ¿cuándo descubriste que informar a través de las ondas era tu vida?
Antes de las
ondas tuve un extraordinario aprendizaje en una publicación que promocionó la
cuadrilla de costaleros de la Soledad de San Jerónimo. Una revista que se
llamaba “La Chía” y en la que tuve la oportunidad de trabajar en equipo con
varios hermanos míos de trabajadera. Ahí, y el contacto con extraordinarios
periodistas que fui conociendo como Enrique Seijas, José Antonio Lacárcel, Tito
Ortiz, Juan Bustos, Javier Tortosa o Jorge de la Chica me descubrieron que mi
vocación real era la comunicación. Por entonces ya había comenzado a estudiar
Derecho en la Universidad.
-No sólo has
dedicado tu tiempo a informar sobre cofradías, la cultura y las tradiciones de
la ciudad y la provincia también las has hecho llegar a los granadinos. ¿En qué
más ámbitos has trabajado?
Por la
formación jurídica que recibí compaginé durante años mi vocación cofrade con la
práctica laboral en un centro de formación fiscal. Poco a poco mi vinculación a
los medios fue creciendo y llegando de la radio a la prensa y a la televisión.
Creo que en cada momento fui haciendo lo que Dios quería de mi. Me retiró de la
trabajadera y me acercó a un micrófono.
-¿Cuándo
comienzas a informar y divulgar noticias sobre la Semana Santa de Granada?
Después de
aquella experiencia con “La Chía” tuve la suerte de que, por el azar o porque Dios
así lo quiso, conocer a un gran profesional de Antena 3, Ángel Manuel Alonso,
quien me ofreció la oportunidad de hacer unas crónicas para la edición
radiofónica local de esta desaparecida emisora de radio. Era la Semana Santa de
1986 y tras ella el director de la emisora, José Manuel Olmedo, me propuso
realizar un programa semanal. Para ello busqué la compañía de mi amigo y
cofrade Cecilio Aguilar quien se unió al proyecto y lo inició conmigo. Años
maravillosos donde comenzamos a querer y a amar a este “notable oficio de la
radio”. Sentía la libertad de comunicación en mi palabra desde el respeto a
todos. Comenzamos GRANADA COFRADE el 16 de mayo de 1986 y éramos pioneros en la
información cofrade durante todo el curso cofrade.
-Internet
hace que la información llegue de forma más rápida y actualizada, también
dentro del ámbito cofrade. ¿Cómo llevas tu trabajo a través de la red?
Le dedico mi
tiempo libre. Cuando en el año 2000 comenzaban a popularizarse las nuevas
tecnologías también las adaptamos a la radio, conectando en directo con un chat
en el Irc-hispano. Ahí comprendimos que el mundo iba más allá de las ondas y
que había que adaptarse. Después llegó la comunicación en internet con la web
del programa en 2002 y… hasta ahora. Es una actividad que no se puede abandonar
y muy gratificadora cuando ves la de miles de personas que leen a diario la
web.
-Un
periodista tiene sus propias armas para conseguir exclusivas o ser el primero
en hacer llegar la noticia. ¿Esa competición también existe en nuestro mundo cofrade?
¿Es tanta la relevancia y difusión de la información en relación a las
hermandades?
Primero
déjame que te puntualice. Yo no soy periodista. Siempre he dicho que soy un
“cuentacosas” o un aprendiz del oficio. Hago la tarea de un periodista y creo
que debo de ponerle en el trabajo todo mi empeño. Es cierto que por los años
los compañeros me consideran así, pero yo prefiero usar el término de
informador o comunicador.
En cuanto a
lo de primicias o exclusivas… quienes me conocen, forman o han formado parte
del equipo del programa saben que nunca las he buscado. Siempre gusta adelantar
una noticia importante, pero nunca a costa de estar incompleta o ser imprecisa.
Esa competición en el mundo cofrade, al menos por nuestra parte, no existe ni
creo que sea bueno que ocurra. Siempre ha hecho lo que creía que tenía que
hacer en cada momento. Reflexionando y tratando de centrar la atención en lo
verdaderamente importante: la hermandad.
La
información cofrade si es importante. Pienso que todo lo que se desarrolla
fuera del ámbito laboral y profesional termina alcanzando cotas importantes en
el reparto de nuestro tiempo. El trabajo para todos es importantísimo, por
supuesto, pero cuando concluimos la jornada siempre hay tiempo para nuestras
pasiones más personales. El deporte, la peña de amigos, la cofradía… todo ello
ocupa un lugar considerable y todo ello a la vez bajo el paraguas de nuestra
fe, presente en el trabajo, en el ocio, en la familia y en cualquier rincón de
nuestras vidas.
-En tantos
años de experiencia como comunicador y cofrade seguro que les puedes desvelar
algún secreto o experiencia a todos los lectores de nuestro blog.
Seguramente
no debería. Hay anécdotas o momentos vividos que prefiero conservarlas en lo
más privado. Los secretos, secretos son y si se cuentan dejan de serlos. No soy
de desvelar muchas cosas aunque ciertamente tengo cientos de recuerdos que
afectan a muchas cofradías, personajes, cofrades, artesanos… precisamente en el
taller de alguno de ellos tengo recuerdos inconfesables. Hay muchos momentos
para mi historia personal. Nuestra generación ha sido muy afortunada en
acontecimientos irrepetibles y anhelados en la historia cofrade granadina. He
tenido la dicha de retransmitir cuatro coronaciones canónicas de Titulares de
la ciudad, retransmitir la primera entrada de una hermandad en la Catedral en
el año 2000, la JMJ de 2011, vivir ya tantas peregrinaciones a la Catedral de
la Virgen de las Angustias, participar en el centenario de su coronación
canónica, vivir varios Años Jubilares, retransmitir la “Passio Granatensis”, la
Magna “María, Reina de Granada” y tantos y tantos momentos históricos… que
nunca encontrare palabras para agradecérselo a Dios. Pero lo que más me marcó
fue poderle contar a mis vecinos y conciudadanos la peregrinación a Roma del
paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor. Algo realmente único, locutado
desde la Columnata de Bernini, en la plaza de San Pedro del Vaticano.
-La palabra
es tu herramienta principal, incluso en alguna ocasión cuando has pregonado a
alguna hermandad. ¿Sueñas con poder pregonar a la Semana Santa de Granada?
Sinceramente,
no. No creo que tenga cualidades para ello y me merece mucho respeto el acto
como para poder aspirar a hacerlo. El padre Enrique Iniesta dijo cuando se lo
propusieron ¿quién soy yo para decir que no?. Pues me cuestiono ¿quien soy yo
para decir que si?.
-Volviendo
al aspecto más puramente cofrade, conocemos de tu devoción por los titulares de
tu hermandad, la Soledad de San Jerónimo y el Descendimiento del Señor. ¿Hay
alguna hermandad más que cuente contigo en la nómina de hermanos?
Bueno, mi
pertenencia a la cofradía de la Soledad de San Jerónimo es algo que nace desde
dentro. Me enamoró aquella imagen pequeña, sencilla, humilde e inmensamente
misericordiosa de la Virgen de la Soledad. Las circunstancias que se vivieron
drásticamente a mediados de la década de los ochenta me apartaron de la
cofradía. Siempre digo que esa hermandad tiene hermanos activos, asociados,
honorarios y expulsados. Yo estoy entre los últimos y me siento orgulloso de
ello porque quien me apartó de la cofradía nunca supo entender que las
hermandades no se heredan ni se gobiernan como una empresa. Desde su
revitalización soy hermano de la cofradía del Santo Cristo de San Agustín y por
vinculación familiar y devocional soy hermano de la Sacramental de Nuestra
Señora de las Angustias, Patrona de Granada. En el corazón llevo a muchos de
nuestros Titulares que me apasionan, pero no soy persona de muchas hermandades
con las que no puedo cumplir ni en lo más mínimo.
-Tu
hermandad del Viernes Santo es un claro ejemplo de la singularidad de la Semana
Santa granadina. ¿Qué opinas de la importación de influencias y tendencias
artísticas en nuestra semana mayor?
Te recuerdo
que sólo soy hermano expulsado, no de cuota. Pero entiendo tu pregunta. Creo
con absoluta seguridad que cuando nuestra Semana Santa sufrió los desatinos de
la Desamortización de 1835 se destrozó la historia de nuestras hermandades. De
no haber sido así por la vinculación de las cofradías a las órdenes religiosas
que se vieron privadas de su patrimonio, nuestra Semana Santa hubiera tenido su
personalidad particular. En la época actual creo que hemos ganado en casi todo.
Los medios de comunicación, internet, autovías y transportes rápidos han sido
vitales para la renovación de nuestras hermandades, creo que en líneas generales,
a mejor.
De la misma
manera que en los años cuarenta nuestras hermandades miraron a Málaga, en los ochenta
se miró a Sevilla. Dos grandes ciudades de las que tenemos que aprender, pero
no solo su estética sino su vida interna, la vida familiar cofrade y la
participación en las hermandades, adaptándolas a nuestra personalidad. La
Semana Santa de Granada, no olvidemos, también ha sido motor para otras
ciudades sobre todo de Andalucía Oriental. Vamos hacia la Semana Santa Andaluza
con las particularidades de cada ciudad.
-La Semana
Santa de Granada es rica y variada en patrimonio artístico y humano, pero no es
sólo cuestión de unos días. ¿Qué opinas de la vida cofrade en nuestra ciudad
durante el resto del año?
Creo que
hemos avanzado muchísimo en los últimos treinta años. Nuestros cortejos eran
simples y mayoritariamente con niños en sus filas. De la misma manera, la vida
interna era parca y solo propiciaba la procesión en la calle. Hoy es mucho más
completa, pero no podemos bajar la guardia. Nos come la secularización de la
calle, la falta de compromiso social con los más necesitados, proyectos de
hermandad y no sólo de juntas de gobierno. En una sociedad donde el compromiso
personal afecta a lo laboral y al ocio, la religión tiene que ser la base de
nuestra vida. No podemos vivir sin Dios y el carisma cofrade, como el resto de
carismas de la Iglesia Universal, debe trasladarse a todos los ámbitos de
nuestro entorno.
-Como
cofrade de a pie, ¿cómo definirías nuestra semana mayor?
Intimista,
saludable, progresiva y con proyección hacia el futuro.
-¿Qué
mejorarías en el discurrir de las treinta y dos corporaciones?
Mayor
agilidad de paso en los cortejos, mayor participación de los cofrades
granadinos que no pueden quedarse contemplándolos en las aceras y palcos y
mayor compromiso de las Instituciones para facilitar la puesta en la calle. No
es el fondo económico lo que nos debe preocupar exclusivamente. Debemos avanzar
en la participación de los colectivos y agentes de la ciudad con libertad y desde
la convicción más certera de hacer ciudad en cada momento.
-En cabina,
con monitores y micrófono en mano, pero además de todo el trabajo que llevas a
cabo, ¿cómo vive Jorge Martínez la Semana Santa desde que los pequeños hebreos
se abren camino entre el primer bullicio cofrade?
Pues así, en
cabina, con monitores, auriculares y micrófono. Los nervios siguen
acompañándome constantemente al igual que la intención de hacer un servicio
útil a mis vecinos de Granada y su Área Metropolitana. En lo personal procuro
vivirlo con la familia y amigos después de terminar cada retransmisión. Procuro
estar próximo a mis hijos para ayudarles a vestir la túnica o alentarle en cada
“chicotá” como costaleros. Siempre que me es posible acompaño a los Titulares
de mi hermandad con la túnica nazarena del Lunes Santo y te confieso que, a
pesar de que han pasado años desde que dejé la faja, emocionándome en cada
“levantá”, reviviendo mentalmente el ambiente debajo de una trabajadera y
dejándome llevar por la música creyendo que sobre mis hombros aún marcha mi
Virgen de la Soledad.
-Hablando de
micrófonos, la televisión municipal no cuenta actualmente con el mítico
programa 'Granada Cofrade' tras la suspensión municipal y muchos cofrades se
preguntan si volverá a emitirse o incluso si permanecerán las emisiones en
Semana Santa. ¿Cuál es la situación del programa? ¿Y sobre el futuro?
Hasta el
momento lo que se nos ha trasmitido es que iniciaremos el programa el 1 de
marzo, Miércoles de Ceniza, y se prolongará durante la cuaresma. Habrá
retransmisiones de Semana Santa y en ello estamos ya trabajando. Del futuro no
te puedo decir mucho más. Siempre está en manos de Dios.
-Esperemos
que sigan las siglas de 'Granada Cofrade' por muchos años y que sus imágenes
lleguen a las casas de los granadinos. Por último te preguntamos por tu deseo
para la próxima Semana Santa.
Se suele
decir que no llueva, pero te confieso que eso es lo que menos me preocupa
porque si se sale a la calle es para hacer manifestación de nuestra fe y si
Dios quiere que la lluvia nos riegue, que se cumpla su voluntad. Lo realmente
importante es disfrutar la hermandad durante el año y vivir el compromiso de
nuestra fe en el ámbito de la cofradía. Mi deseo es ese, que lleguemos a ser
tantos que no quepamos en nuestras capillas y templo. Que la vivamos con la
convicción de que es Dios quien nos ha puesto al frente de esta bendita
tradición y que cumplimos sus deseos.
Y para
conocerte un poco más de cerca:
- Un recuerdo de tu infancia en relación a las cofradías o a la Iglesia:
En relación
a las cofradías, mi balcón de la calle Reyes Católicos y vivir la Semana Santa
rodeado de los míos. En la Iglesia, sin lugar a dudas, el día de mi Primera
Comunión.
- Una imagen
de Cristo de nuestra Semana Santa:
El Santo
Crucifijo de San Agustín. Tengo que decir una porque si me das mas…..
- Una imagen
mariana de nuestra Semana Santa:
Nuestra
Señora de la Soledad, del monasterio de San Jerónimo. Pero soy muy mariano y te
apuntaría muchas mas.
- Tu mejor
recuerdo como cofrade:
Hay
muchísimos. Pero el que mas añoro fue la última “chicotá” bajo la Virgen de la
Soledad. Viernes Santo de 1985. Sabía que no habría más. Me despedí de sus
trabajaderas con un beso que aún conservo en mi memoria guardado entre
algodones.
- Un momento
especial de la Semana Santa:
Me sigue
emocionando el instante mismo de las Tres de la tarde del Viernes Santo en el
Campo del Príncipe. Una de mis devociones familiares de siempre. Algo nuestro y
muy personal de cada uno.
- Tu rincón
para ver cofradías:
Cualquiera
de la ciudad. Me ha gustado siempre disfrutar Granada en Semana Santa en rincones
donde perderse y encontrarte de tu a tu con nuestros Titulares y entablar esa
conversación privada que todos guardamos internamente. Cualquier rincón del
Realejo me parece genial. Cualquier rincón del Albaicín me atrae como un imán.
En la calle Navarra del Zaidín descubro al pueblo con su cofradía del Trabajo.
Soy un enamorado de Granada en Semana Santa.
Donde no me
gusta verla es en la calle San Antón porque es señal de que no he podido vestir
la túnica, aunque de vez en cuando tengo que hacerlo.
- Tu momento
más feliz como cofrade:
El momento
que ayude a vestir la túnica nazarena a mis dos hijos a la vez para salir en la cofradía. Sabía que la
familia estaría ya por siempre unida a esta forma de ver la religión.
- ¿Con que
adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Lo dije más
atrás. Intimista y con futuro.
- Cuéntanos
alguna anécdota cofrade que haya vivido:
Hace muchos
años pisé sin querer la capa de un nazareno que se había salido de las filas y
marchaba por calle Príncipe, que por entonces era parte del recorrido oficial.
Se volvió airado y dijo que quería denunciarme. Intervino la Policía que me
pidió el DNI pero no se lo di porque también tenía que identificar al otro y no
lo llevaba encima, lógicamente. El agente me preguntó si conocía al nazareno.
Mi respuesta fue sencilla porque con la cara tapada no podía saber quien era
aquel individuo.
Pero hay
muchas. A esta es que le tengo especial cariño.
Muchas
gracias Jorge por esta entrevista y por hacer de tu vida pleno esfuerzo por
informar sobre nuestras cofradías.
Gracias por
aguantar paciente este rato. Hablo mucho y sé que mis respuestas no son breves.
A todos los lectores, gracias por haber leído las opiniones de este cofrade y
al equipo de Cruz de Guía un abrazo y mi gratitud por el trabajo que
desarrolláis.