miércoles, 1 de noviembre de 2017

ANTONIO ORANTES #DeCerca


Comenzamos el mes de noviembre de 2017 con la Festividad de Todos los Santos, fiesta litúrgica que celebramos recordando nuestras tradiciones llenas de evocaciones otoñales, donde todas nuestras familias visitan el camposanto para adornar las sepulturas con flores y cariño que se reparte en cada día del año rememorando la figura de grandes personas que compartieron nuestra vida y también de todas aquellas que ya llegaron a la Gloria Eterna bajo la fuerza de la santidad.

Hoy de nuevo tenemos la ocasión de conocer #DeCerca a un cofrade que se desvive por nuestra semana mayor, y en esta edición la fotografía y el objetivo de la cámara protagonizarán gran parte de la entrevista, pues tenemos hoy con nosotros a Antonio Orantes, fotógrafo profesional, dedicado a la Semana Santa de Granada.

-Podemos decir que Antonio Orantes es una persona inseparable de su cámara, pero antes queremos conocer más sobre tus inicios y orígenes.
Soy natural de Lanjarón, crecí allí desde los 4 años ya que nací en Córdoba capital. Mi familia es toda de Lanjarón, pero por motivos familiares dio la casualidad de verme nacer la ciudad de la mezquita catedral. Como muchos de nuestros lectores pasé mi infancia entre cristos de plastilina y un pequeño paso que me hizo mi padre en madera (ya que es carpintero al igual que mi abuelo) y sobre esas andas una pequeña Santa Rita de mi abuela que había sufrido un incidente con unas velas mal apagadas, nada que no pudiera remediar la plastilina color carne de la papelería del pueblo. Crecí entre músicos y cofrades, no puedo negar las influencias familiares en esta locura cofrade que siento.
He vivido en Fuerteventura, Tenerife y Murcia para asentarme en Granada en la actualidad donde resido en éste momento.

-La fotografía está hoy mucho más a mano de los niños que cuando nosotros estábamos aún en la escuela. Recuerdo la primera cámara que utilicé, de carrete y con pilas para el flash. ¿Cómo fue tu primer contacto con la fotografía?
Mis primeros pasos con la fotografía fueron ya con una edad bastante avanzada, tendría unos 25 años cuando viendo nuestra Semana Santa comencé a seguir a Manuel Puga, un fotógrafo de una calidad insuperable, sus imágenes llenaban de ideas mi mente y comencé a soñar con capturar todo aquello que veía. Anteriormente nunca había tenido una cámara de fotos, creo recordar que en la comunión me llegaron a regalar una que jamás llegué a utilizar, si ahora recuperara ese momento otro gallo cantaría.


-Capturar e inmortalizar momentos suele estar relacionado con la belleza de una imagen que el fotógrafo quiere convertir en recuerdo. ¿Cuándo fue el momento en el que decidiste inmortalizar bellas estampas cofrades?
Como comentaba, comencé por el 2008 o 2009 aproximadamente, comencé con una cámara compacta, no de muy mala calidad, pero nada que ver con las cámaras profesionales, recuerdo como me miraban los fotógrafos cofrades, como me decían que dejara trabajar a los profesionales y llegaba a casa lleno de frustración y malas fotografías (bromea), eso sí, lleno de ganas de volver a salir con mi cámara y mi trípode a inmortalizar todos esos momentos.

-En tu caso la fotografía no es sólo una afición, es tu labor profesional a la que dedicas gran parte de tu tiempo. ¿Cómo describirías el mundo de la fotografía?
Es bastante difícil, la competencia es grande, las artes visuales y artísticas cambian casi a diario y se ven influenciadas tanto por la moda como por el arte actual y siempre hay que estar al día, renovando ideas y manteniendo actualizado “el saber”. Como digo yo, es una profesión difícil, no es sólo disparar una foto, hay que tener muchos conocimientos de iluminación, proporciones, encuadre, conocimientos e influencias artísticas, etc.

-La competitividad es grande hoy día, sabiendo que los medios técnicos están más a mano del aficionado de a pie. Cualquiera realiza hoy una foto, o incluso cualquiera puede acceder a cámaras semiprofesionales. ¿Esto cómo afecta en vuestra labor diaria, por ejemplo, en una salida procesional?
Te puedo hablar de ejemplos gráficos que poseo, la pasada Semana Santa fue la más terrible para mis trabajos puesto que hay momentos en los que las protagonistas de la escena eran las pantallas de los móviles más que los propios pasos o los enclaves maravillosos que había. Es muy triste ver cómo la gente no sale a ver Semana Santa, salen a decir en Facebook o Instagram que están en la Semana Santa.
Además, existe un problema que va aumentando y es la falta de respeto al profesional, cuando yo empecé tenía claro que yo no era profesional, que no tenía en absoluto esa categoría ni esos conocimientos, tal era así que cuando debía dejar trabajar a un profesional me retiraba y observaba como trabajaba, eso ahora es algo impensable, todos, hasta con un móvil creen ser profesionales y eso perjudica seriamente el trabajo profesional, el trabajo bien realizado y bien acabado.

-Está claro que las técnicas y el conocimiento que tienen los profesionales hacen delatarse a las imágenes realizadas por aficionados. ¿Cuándo decidiste tú dar el salto para ser fotógrafo profesional?
Tras varios años como autodidacta y viendo que cada vez necesitaba conocimientos que no podía aprender por mí mismo, decidí entrar en el ciclo de laboratorio de imagen que duraba dos años. Al terminar éste seguía demandando nuevas técnicas y conocimientos y decidí realizar el grado superior de fotografía de la escuela de arte de Granada, una escuela con más de 100 años de historia siendo la primera en España en impartir ésta disciplina y donde también estudiaron fotógrafos como Carlos Choín, un maestro de nuestra fotografía cofrade. ¡Una pena que no exista la carrera de fotografía en España porque seguiría estudiando fotografía pese a mi edad!

-Los fotógrafos cofrades son bastante particulares, de hecho, hay tres o cuatro caras más que reconocidas en nuestro mundo de hermandades y cofradías, pero entre ellos estáis surgiendo una gran corriente de gente joven que se desvive por la fotografía cofrade. ¿Cómo es la convivencia con los tradicionales de este ámbito en las bullas y demás momentos cofrades? ¿Hay competitividad?
En las bullas hay de todo, desde escaleras que no te dejan trabajar hasta momentos de apoyo entre fotógrafos, pero siempre de todo y muy variado. Con decirte que yo comencé a colaborar en Gólgota y ya no, el motivo no sé cuál será porque nadie me lo ha dado, pero fuera de la publicación estoy. Es un tema difícil pero no me caracterizo por tener pelos en la lengua. ¡La convivencia entre ellos es magnífica, tienen sus cosas, es una relación de amor odio preciosa!
La pasada Semana Santa pude ganar el concurso del cartel oficial, más o menos merecido, eso lo discutirán los cofrades, pero la respuesta de mis compañeros fotógrafos fue la de publicar en Gólgota una fotografía de hace algunos años en el mismo lugar que la mía ganadora del cartel, “la originalidad de la ventana y la estampa fotografiada no eran tan originales” (léase entre líneas). Ya sabemos cómo somos en Granada y esto de la “malafollá” lo llevamos muy dentro genéticamente. En Gólgota aparecieron todos los ganadores del concurso menos el ganador del cartel, anécdotas, algunas inconfesables.
Evidentemente esto viene a evidenciar una problemática no fácil de solucionar puesto que ellos no están abiertos a recibir a los jóvenes que quieren formar parte y aportar sus visiones y proyectos a nuestra semana mayor, pero poco a poco todo se consigue, tiempo al tiempo y paciencia, no nos queda otra.
Dejar claro que somos muchos los jóvenes y no tan jóvenes que queremos expresarnos mediante la fotografía y hemos llegado para quedarnos y traemos muchas ideas. Somos una piña y estamos dispuestos a crear, con los de antes, un trabajo fotográfico de ideas y calidad entre todos, quien quiera aquí estamos.

-Si en ocasiones parece que esa competitividad pueda existir es por los diferentes concursos y premios que pueda haber, como puede ser el del Cartel Oficial de la Semana Santa de Granada. ¿Crees que es posible ganar para cualquier fotógrafo?
Tengo que decir que siempre pensé que no, que no sería posible, después del año pasado tengo esperanzas, quiero creer que los años de poner los nombres detrás de las fotos (algo prohibido) han pasado y que el concurso se ha abierto a todos y para todos. Cierto es que el año pasado con el cambio del concurso hubo muchos premiados y fue una alegría poder tener un reconocimiento a tantos fotógrafos profesionales y aficionados que se presentaban con ilusión, espero que eso no cambie y no se repitan las escenas de un fotógrafo con 4 sobres de cheques a las que estábamos acostumbrados.

- ¿Cómo se trabaja dentro de la fotografía cofrade? ¿Se piensa siempre en los carteles y premios económicos?
Yo no pienso en los carteles, de premios económicos puede que haya dos o tres no habrá más, que ese es otro tema a debatir y del que podríamos hablar horas. Las hermandades son capaces de pagar una obra pictórica pero a su vez son capaces de pedir regalada una obra fotográfica que conlleva muchas horas de edición y preparación. Yo he estudiado 4 años de mi vida para regalar mi trabajo, oiga, con sinceridad, no estaría de más tener un pequeño detalle, 50 euros por ejemplo, para una invitación, con el profesional de la fotografía.
Aparte de eso, yo no voy a fotografiar por los premios, yo salgo a disfrutar de la fotografía, a inventar, a experimentar, a vivir el ambiente cofrade y transmitirlo con las imágenes, si de ahí sale un buen trabajo lo comparto con las cofradías, si quieren claro está.

-Muchas veces los cofrades de a pie nos preguntamos qué hacéis con tantas instantáneas. ¿Se guardan todas? ¿Realmente se saca beneficio como para vivir e ello?
Yo las fotografías las guardo todas, no borro ni los errores porque a veces esos errores que no puedo publicar son para mí un modo de expresión diferente, o simplemente son errores que debo guardar para no repetir, pero las guardo todas.
Y no, no se puede vivir de la fotografía cofrade, ya quisiera, pero las hermandades no valoran la fotografía como deben, quizás debido al intrusismo y a la idea de que cualquiera puede fotografiar algo, pero por desgracia no se puede vivir de ello. Por ese motivo también me dedico a realizar evento tales como bodas y comuniones.

-Bien es sabido que donde hay opinión hay discusión, ¿qué te parece la polémica que se crea cada año alrededor del concurso que realiza la Federación de Cofradías?
Me parece genial, yo soy el primero que me apunto a ello. Este año me ha costado morderme la lengua, pero suelo ser muy crítico puesto que creo que la crítica, siempre desde el respeto y basada en fundamentos lógicos, es muy positiva y hace que estos actos y debates se mantengan vivos, los cofrades somos también un poco así ¿no?

-Como fotógrafo, ¿crees que para que una fotografía gane tiene que plasmar un fondo emblemático de la ciudad? ¿No valdría con mostrar el ambiente cofrade en su esplendor, aunque no se reconozca la calle por donde transcurre la hermandad?
Debemos saber diferenciar entre un cartel cofrade y un cartel oficial: El cartel oficial es una representación fotográfica de nuestra Semana Santa, una representación que implica muchos factores, pero uno con mucho peso, el turismo. El cartel oficial es un cartel que edita la Federación junto al Ayuntamiento y lo mueven por toda España. Está pensado no solo para los cofrades sino para los turistas.
Del otro lado están los carteles cofrades, los de las hermandades e instituciones cofrades, esos sí que deben plasmar momentos más íntimos, más atrevidos, con más fuerza, más experimentales… pero no se consigue, no sé si por miedo a las críticas o por “confort” pero no salimos de la típica estampa cofrade del paso con lugar de fondo.

-La fotografía está directamente relacionada con el periodismo y las agencias es por ello que tradicionalmente vemos a muchos fotógrafos cofrades en otros ámbitos de la vida social, cultural y política de la ciudad captando imágenes. ¿También te dedicas tú a otro tipo de fotografía dentro de la sociedad granadina?
No suelo fotografiar otro tipo de actos fuera de mi propio trabajo que es la fotografía social de bodas y comuniones y demás. Aunque no descarto trabajar en cualquier redacción que quiera contar con mis trabajos, pero es difícil pertenecer a una redacción ya que no se están contratando fotógrafos debido al intrusismo laboral.

-Antonio, como profesional de la fotografía apenas no hay un evento que te pierdas, desde besamanos, cultos, vía crucis hasta los desfiles procesionales. Entre tanta actividad cofrade, ¿con qué te quedas?
Bueno, de un tiempo aquí he reducido actos a los que asistir porque no podía abarcar tanto y el tiempo tampoco me daba para ello, pero es cierto que los besamanos los disfruto muchísimo, los primeros planos, experimentar con la luz del lugar, buscar perfiles desconocidos de las imágenes, expresiones que yo desconocía, esos momentos me gustan demasiado y a veces me doy cuenta de la molestia que suponemos los fotógrafos en estos actos.
También me quedo con las salidas, aunque me suponen mucho estrés y no me siento tan cómodo como en los cultos.

-Una pregunta que los cofrades de a pie se pueden hacer es si tu gusto cofrade y tu devoción se centra en alguna hermandad y si alguna corporación cuenta contigo en su nómina de hermanos.
Mi trayectoria cofrade como hermano comenzó desde muy pequeño en mi hermandad del Ecce Homo y la Salud y Esperanza de Lanjarón de la cual mi padre fue hermano fundador.
Desde hace 12 años soy hermano de la Estrella de Granada, de la que fui cirial del palio algunos años y a la que guardo un cariño más que especial. Desde hace 3 años soy hermano del Vía Crucis, sus titulares siempre me han cautivado, no disfruto más realizando fotografías que con mi hermandad del Vía Crucis. Creo que es la hermandad más mariana de Granada y la que atesora uno de los más bellos cristos de Andalucía. Y desde hace ya varios años, también formo parte de la hermandad de la Concha, a la que me unen vínculos familiares y en que ha estado presente en mi vida desde hace muchos años.

- Y en Semana Santa, ¿cómo vives el día de una salida procesional desde que te levantas? ¿Cuál es el momento que vives con más emoción? ¿Y cuál es más íntimo y personal?
La Semana Santa es para mí una locura, literalmente. Apenas duermo, apenas como, lo vivo con muchos nervios y emoción y sobre todo con mucho trabajo, cuando digo mucho son muchas horas y kilómetros de rodaje.
El momento más emocionante es sin duda la salida de la Borriquita, momento en el que me es imposible no soltar alguna lágrima todos los años junto a la salida de mi hermandad del Vía Crucis.
Los momentos más íntimos son las recogidas, la Estrella en la Plaza Larga, la Amargura por Santiago, las Penas por Varela y el Vía Crucis en San Juan de los Reyes… ¡quien no se enamora! ¡Quién no reza!

- ¿Cómo se presenta el recién comenzado curso cofrade para ti?
Se presenta con incertidumbre en los diferentes concursos. Siempre es ilusionante representar a una hermandad con tu modo de ver la Semana Santa. Se presenta también estresante como siempre, son muchos los actos, los cultos y el trabajo a realizar, pero siempre con mucha ilusión y un poco más de alegría.

- Como cofrade, ¿cómo ves el estado de salud de la Semana Santa de hoy en
día?
Veo dos partes muy distintas, y lamentablemente alguna de ellas muy radical: los cofrades apoyan mucho a sus cofradías y los cultos externos e internos, creo que estamos creciendo y en buen camino, pero también veo muchos ataques externos, veo que no existe respeto, veo agresiones verbales hacia los cofrades y las imágenes. Me da miedo pasar por ciertas calles de la ciudad con las cofradías por miedo, ataques sin sentido… creo que no se están tomando medidas para la protección de los cofrades y los ataques van en aumento.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Ir de la mano de mis padres y mi tía (siempre inseparable de mí) por Sevilla un Domingo de Ramos con la ilusión de ver la Borriquilla.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
Es casi imposible quedarse con una sola pero el Cristo de la Amargura del Vía Crucis es un buen candidato.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
La Virgen de los Reyes, al igual que con los cristos me cuesta elegir una, pero ella es una buena opción.
- Una marcha cofrade:
Recientemente descubierta por mi persona: Siempre la Esperanza.
- Tu mejor recuerdo como cofrade:
La primera vez que escuché “Mi Amargura” a punto de entrar la Amargura en su capilla con una luna llena de fondo y un silencio que estremecía, todavía se me cae alguna lágrima al recordarlo. También debo decir que de pequeño vi junto a mi tía y mis padres salir la Redención de Sevilla y fue muy grande aquel momento para un niño de 8 años.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
La entrada de la Virgen del Triunfo, volver a empezar.
- Tu rincón para ver cofradías:
En Granada no se puede hacer excepción de rincones, cualquiera es bueno para sorprender a los sentidos.
- Tu momento más feliz como cofrade:
Cada 15 de agosto. Soy Asuncionista desde hace muchos años y para mí es el culmen de todo, ver a María gloriosa ascender a los cielos triunfante.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
Hay bastantes, pero en la salida extraordinaria de la Virgen de las Angustias un policía me sacó del cuello de delante de la Virgen por no estar acreditado y lo pasé bastante mal, fue un momento muy vergonzoso y triste.
También es muy común recibir insultos, en ocasiones incluso agresiones de los espectadores que acuden a ver las procesiones: recuerdo hace dos años un Lunes Santo como un caballero que veía la vuelta de los Dolores me amenazó con tirarme al rio cuando estábamos 5 personas en todo el puente. De esas hay muchas.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Belleza, tranquilidad, incomparable, familiar, única.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Anécdotas surgen muchas, destacaría una sobre todas ellas: hace 3 años, el Domingo de Ramos a una hora de ponerse en la calle la Borriquilla, me quedé con una pieza de mi cámara en la mano, perplejo, sin poder hacer uso de ésta. No podéis imaginar el estado de incomprensión al que pude llegar, rabia, tristeza, un cúmulo de sentimientos, no quería ni salir a ver las hermandades por la calle… El Lunes Santo pude estrenar nueva cámara gracias al esfuerzo y comprensión de mis familiares, siendo ésa una de las Semana Santas más ajetreadas y emocionantes que he podido vivir.

Muchas gracias Antonio, de parte de todo el equipo.