Nota de la Archicofradía:
El domingo, 26 de noviembre, fue el aniversario de la muerte de la sierva de Dios Isabel I de Castilla, ocurrida en el 1504. La Archicofradía del Rosario quiso estar presente en la conmemoración del óbito de la Reina Católica, que se celebró en el lugar de su sepultura, la Capilla Real de Granada.
El domingo, 26 de noviembre, fue el aniversario de la muerte de la sierva de Dios Isabel I de Castilla, ocurrida en el 1504. La Archicofradía del Rosario quiso estar presente en la conmemoración del óbito de la Reina Católica, que se celebró en el lugar de su sepultura, la Capilla Real de Granada.
A las siete
de la tarde el Capellán Mayor de la Capilla Real, Ilmo. Sr. D. Manuel Reyes,
dio una magnifica conferencia con el título “Presentación de la vida familiar
de la Reina Isabel la Católica“. A continuación se celebró la liturgia de la
Palabra, organizada por la Pastoral Familiar de la Diócesis de Granada.
Los
representes de la Archicofradía fueron recibidos en la puerta por el Capellán
Mayor, que los acompaño a la cripta donde reposan los monarcas, donde oraron
por la unidad de España y las necesidades de la ciudad de Granada y la
Archicofradía y depositaron junto al féretro de la sierva de Dios Isabel I una
ofrenda floral.
De esta
manera, en este año que se conmemora el 525 aniversario de la fundación de la
Archicofradía del Rosario, cuyos primeros cofrades fueron los Reyes Católicos,
Isabel I de Castilla y Fernando V de Aragón.
La Causa de
Beatificación de la reina Isabel I de Castilla, la Católica, se inició en 1958
en la Archidiócesis de Valladolid, siguiendo las normas de la Iglesia católica,
que indican que estas causas deben iniciarse en la diócesis donde se produjo el
fallecimiento.
Este proceso
puede causar perplejidad en quienes dan crédito a una densa leyenda negra, que
no resiste una crítica seria, y que ha condicionado durante mucho tiempo
cualquier referencia a la reina Isabel. No obstante, la idea de su
beatificación surge espontánea en quienes, además de conocer los tópicos de siempre,
bebieron en las fuentes documentales de la época. La causa está suficientemente
avalada por su vida de fe, su compromiso con Dios y con el prójimo, su
austeridad, su afán evangelizador y su lucha por los derechos humanos.