Tan sólo una semana para
que llegue una de las citas más importantes de los cofrades, ese Miércoles de
Ceniza que da el pistoletazo de salida a la cuenta atrás para la llegada de la
Semana Santa. Los preparativos, trabajos de limpieza, ensayos, contrataciones…
todo está ya en marcha aunque no hayamos comenzado el tiempo litúrgico
‘cofrade’, y nosotros seguimos desde Cruz de Guía informando y dando a conocer
a personas que se entregan y desviven por la fe puesta en las calles.
Hoy conocemos #DeCerca a
Fernando Egea Fernández-Montesinos, reconocido político granadino pero más
conocido aún entre los cofrades y los amantes de la cultura de nuestra ciudad.
-Fernando,
un placer tenerte aquí para que nuestros lectores conozcan algo más en
profundidad sobre tu persona. Como es lógico, trataremos sobre la actualidad y
tu punto de vista, pero queremos conocer también sobre tus orígenes. Granadino
de cuna en el barrio Fígares: ¿Cómo fueron tus años de infancia y adolescencia?
Cursé
mis estudios en los Agustinos donde el nivel era muy alto y el día a día muy
duro. No obstante, eso me ha servido para afrontar las exigencias y los
problemas después con bastante facilidad. Suelo decir de broma que después de
los Agustinos todo ya me resultó muy llevadero: facultad, milicia
universitaria, oposiciones, fundar una hermandad, etc.
-Un hombre
de costumbres y tradición cristiana, amante de nuestra ciudad… ¿cómo y en qué
momento llegó la Semana Santa a tu vida?
Desde
muy niño mi madre nos llevaba siempre a ver las cofradías. Aunque mi familia no
era cofrade, a los ocho años ya estaba saliendo de nazareno, aquel entonces la
carrera oficial subía por Reyes Católicos. Siempre la he vivido de Domingo de
Ramos a Domingo de Resurrección.
-Aunque tu
vida profesional se centra actualmente en el consistorio granadino como
concejal, tu vocación siempre ha ido ligada al mundo del derecho y las leyes.
¿Cómo recuerdas tus años de formación universitaria?
Mucho
estudiar pero muy buenos recuerdos. Nada más terminar me preparé las
oposiciones que me trajeron a mi trabajo, la asesoría jurídica como funcionario
en la Junta de Andalucía. Allí también comencé mis grandes compromisos
cofrades, primero con la cofradía Universitaria y después con la fundación de
la cofradía de Jesús Despojado.
-La vida del
Ayuntamiento de Granada hace que los dirigentes políticos participéis con
asiduidad a cantidad de actos culturales y de tradiciones, como también
religiosos, como ocurre con nuestra semana mayor. Supongo que en los pasillos
de la casa consistorial habrá ocasiones en que las cofradías sean un tema del
que hablar, aunque sea en los corrillos, dada la importancia en nuestra ciudad.
Sin
lugar a dudas las hermandades tienen una gran importancia en la vida de la
ciudad. Algunos luchamos por ir incrementando el peso y la atención que el
ayuntamiento presta. Pero no es fácil, las cofradías a diferencia de otras
asociaciones no protestan o no se convierten en lobby de presión, puesto que su
naturaleza tampoco es esa, y algunos partidos son poco receptivos. No obstante,
cada día están más presentes y es difícil cuestionarlas. Espero que los
acontecimientos de las prohibiciones y multas por el tema de la cera no vuelvan
a ocurrir nunca más.
-Recuerdo un
momento cofrade donde la política tomó parte en conversaciones y corrillos.
Procesionaba como acólito, en representación de mi hermandad, en el regreso de
la Coronación Canónica de la Misericordia. Era el año 2007 y tan sólo quedaba
una semana para las elecciones locales donde te presentabas como cabeza de
lista de un partido. En el silencio del que participa de un desfile
procesional, yo escuchaba a la gente hablar de ti como un buen político que
ayudaría mucho a nuestras hermandades.
Once años más tarde, a los cofrades nos encantaría que un amante de
nuestras hermandades dirigiera la ciudad. Contigo o con otra persona, ¿sería
posible en unos años?
Sería
muy bueno que un cofrade fuera alcalde de la ciudad. Los cofrades tenemos una
visión muy a fondo sobre dos cuestiones clave: Una, la sensibilidad social como
cristianos y dos conocemos el patrimonio, el arte y la belleza de nuestros
barrios. Observamos mucho los monumentos, las fachadas y es que la Semana Santa
nos ha acercado mucho la sensibilidad por lo nuestro y tenemos bastante
conocimiento de nuestra ciudad y su historia.
Sin
embargo, también he de decir que la política es bastante dura y poco reconocida.
Hoy día está mal vista y me voy dando cuenta que resulta más grato trabajar por
tu hermandad que dedicarte a la política, que debe ser algo pasajero en tu vida.
Cofrade lo seré siempre, político solo unos años.
-Dentro de
las cofradías también has tenido cargos de responsabilidad. Si mal no recuerdo,
eres uno de los hermanos que ayudaron a fundar la Cofradía de Jesús Despojado.
¿Cómo recuerdas aquellos años?
En
1986 un grupo de jóvenes fundamos la hermandad de Jesús Despojado. Fue muy
bonito. Requirió un esfuerzo tremendo. Al principio no nos acogía ninguna
parroquia, no teníamos dinero y había que organizar mil cosas. Sin embargo,
poco a poco todo fue tomando forma, recuerdo las palabras de un sacerdote que
nos ayudó mucho, Don Jerónimo Gil Mena, que decía: “no temáis que si es obra de
Dios, saldrá todo adelante”, y así fue. Años después fui hermano mayor y durante
20 años pertenecí a su junta de gobierno. Fundar y asumir responsabilidades en
una hermandad me ha ayudado mucho en mi vida después, lo recomiendo para muchos
jóvenes pues los va a formar y espabilar mucho para su futuro.
-Además de
la hermandad del barrio Fígares, ¿hay alguna otra corporación que cuente
contigo en su nómina de hermanos?
Si,
la citada Universitaria, desde los doce años en el Via-Crucis y en la de San
Agustín.
-La cofradía
universitaria tuvo unos años difíciles tras el 2006, y ahí estuviste tú muy
dentro para poder lograr lo que hoy es la corporación del Miércoles Santo.
¿Cómo recuerdas aquella primera Semana Santa de la nueva cofradía de los
Estudiantes?
En
mis años de universidad, incluso algunos antes, me incorporé a la cofradía Universitaria.
Tuve que abandonarla pues era imposible en aquellos años llevar a cabo una vida
cofrade medianamente sería. Cuando la gestora coge las riendas de la hermandad
en 2005 y les habían dejado sin nada, yo me pongo en contacto para regalarles
mi túnica que aún guardaba. Pero no fue la túnica lo que me cogieron aquella
gente maravillosa de los Estudiantes sino mi persona y todo mi cariño. Me
involucré tanto que sigo siendo desde entonces diputado mayor de gobierno y
ahora llevo también un grupo precioso de confirmación. Es una hermandad a la
que da gusto pertenecer, pues son gente encantadora.
-Como decía,
cargos de responsabilidad los has tenido también en el seno de las hermandades
pero, ¿por qué espacios has pasado dentro de tus cofradías? ¿Siempre has
procesionado con el capillo y el hábito?
Siempre,
soy un defensor total del nazareno y el penitente en los cortejos y nunca he
fallado.
-La familia
es un pilar fundamental y siempre pregunto por cómo viven los familiares, de
los protagonistas de esta sección, la entrega por la Semana Santa, pero en tu
caso creo que es una familia 100% cofrade.
Todos.
Mis hijos con 13 y 15 años salen tanto en el Despojado como en los Estudiantes,
de monaguillos o nazarenos. Lo viven con pasión y es de las cosas más bonitas
que le pueden pasar a un cofrade. Mi mujer lleva de diputada de calle en ambas
15 años y creo que se ha profesionalizado en ese puesto, es una “crack”
ayudando y organizando desde fuera, un puesto imprescindible y poco valorado.
-Estamos ya
a una semana del inicio de la Cuaresma, y ello trae consigo en nuestra ciudad
el Pregón Oficial el primer Domingo. Fue el año 2011 el que te tuvo a ti como
protagonista en las tablas del Isabel la Católica. ¿Cómo recibiste la noticia
en aquella ocasión?
Yo
siempre advierto a quienes me piden un pregón que soy algo heterodoxo y suelo
salirme del guión. Antonio, el presidente de Federación entonces y Cecilio
Cabello fueron quienes me dieron la noticia y a pesar de mi aviso se atrevieron
conmigo.
-Hay
pregones y pregones, pero ese era el de tu vida, como el de cualquier persona
que tiene el regalo de poder pregonar a la Semana Santa de la ciudad que le vio
nacer. ¿Cómo viviste los preparativos y el momento de lanzar tus palabras a
toda Granada?
Es
una oportunidad preciosa y muy intensa. Lo mejor de los pregones, aunque la
gente no lo sepa es que durante las muchas, muchísimas horas, de preparación tienes
una interiorización de la fe y del Evangelio muy grande. Y eso se agradece en
tu vida espiritual más que todo lo demás. Eso sí, que la gente te pare y te
comente detalles de tu pregón años después y se acuerden con cariño es muy
gratificante.
-Sobre la
actualidad cofrade, ¿cómo crees que es el estado de salud actual de nuestras
treinta y dos cofradías?
Muy
bueno. Vivimos la época dorada de nuestra Semana Santa. Nos faltaría dos cosas:
una mayor formación cristiana de los cofrades, y aunque ya es mucho lo que
hacemos, algunos sacerdotes no valoran el potencial tan enorme que tenemos en
Andalucía con las hermandades, los miles y miles de jóvenes que se acercan, por
eso con mucho tacto y cariño hay que acercarse a ellos, tenemos los
responsables de las cofradías que ir dando pasos en esa formación. Por otra
parte hacen falta dos o tres hermandades nuevas, especialmente en zona norte.
Urge una hermandad en un barrio donde crecen otras confesiones frente al
catolicismo. Cartuja necesita urgentemente una hermandad. No sé cómo nuestras
autoridades religiosas no se dan cuenta de ello.
-Y en particular,
el de tu hermandad de Jesús Despojado, ¿cómo vive la hermandad hoy día y espera
la llegada de la salida procesional de su titular mariana?
Estoy
en la comisión para la salida de María Sma del Dulce Nombre, donde ya está todo
muy avanzado. Los proyectos están cerrados tanto por el orfebre, como el
bordador, exposiciones, charlas de formación, etc., incluso los hermanos están
comprometidos y colaborando con donativos. Nos queda el último empujón que
habrá que dar este año hasta el Domingo de Ramos de 2019, 14 de abril.
-Muchas
veces nos queremos mirar en falsos espejos, comparando nuestra semana mayor con
la de otras localidades andaluzas. ¿Qué dirías que tienen nuestras cofradías
que no se puede ver en ningún otro lado del mundo?
Debemos
estar muy orgullosos de nuestra Semana Santa. Hoy día nuestros diseñadores,
músicos, bordadores, etc. están muy valorados en Andalucía. Ya no existe un
centro en Sevilla y el resto detrás. Ya se hacen cosas muy buenas en cualquier
ciudad. Yo soy un amante de todas nuestras Semanas Santas, y garantizo que se
puede disfrutar tanto en Sevilla como en Córdoba, Jerez o Cádiz, hasta en la
cercana Guadix hay una preciosa Semana Santa. No obstante, yo me alegro mucho
más con un estreno o una mejoría de una de nuestras 32 hermandades que con las
novelerías de fuera.
-La Cuaresma
está prácticamente aquí. ¿Cuál es tu deseo para este tiempo tan intenso?
Asistir
a los cultos. Lo recomiendo a todos los hermanos de corazón. Una misa de
quinario o de Triduo ante nuestro Titular me parece un acto precioso, sentido y
que nos prepara para la Estación de Penitencia. Igualmente un Via-Crucis o un
rato ayudando a los hermanos repartiendo túnicas o limpiando enseres son
momentos que no debemos perdernos.
-El deseo
para la Semana Santa suele ser que no llueva… ¿cómo se te presenta este año la
semana mayor?
Hay
que ser optimistas siempre y no mirar el tiempo hasta un rato antes, lo demás
es angustiarse absurdamente. Pero si al final llueve, a lo mejor es la Semana
Santa más intensa y autentica que nos toca vivir.
-Los
hermanos en filas de penitentes y camareras, por desgracia, suelen ir a menos
en algunas corporaciones, dado que los más jóvenes se centran en salir como
costaleros o tocando en alguna banda. ¿Cómo invitarías a todos estos a que el
día de mañana vistan el capillo y el hábito nazareno?
No
hay mayor experiencia de recogimiento y oración que ir tapado y en filas de
nazareno. Nadie te reconoce, paseas por el centro de tu ciudad y por el corazón
de la catedral sin que no te paren ni te molesten. Es duro sí, pero tomas
conciencia del dolor que paso Nuestro Señor. No hay nada en el mundo como salir
de nazareno o penitente por las calles de Granada en tu hermandad acompañando a
tu Cristo o a tu Virgen.
-Antes de
finalizar esta entrevista con nuestra serie de preguntas para conocerte un poco
más, quisiera ponerte en una situación que se puede dar con facilidad la
próxima Semana Santa. Multitud de espectadores están admirados con el discurrir
de nuestras hermandades, y uno de ellos entre el público se están planteando
participar de una estación de penitencia y, si así lo quiere, seguir viviendo
la pasión cofrade durante todo el año en el seno de una hermandad. ¿Qué le
dirías? ¿Qué le contarías de tu vida de hermandad durante el año para
invitarlo?
Lo
invitaría a conocer a los hermanos, a visitar el templo y los Titulares, y le
diría que en un mundo donde quedan muy pocas cosas auténticas esta es una de
ellas. Además de ser algo único por participar a la vez varios cientos de
personas y hacerlo en perfecta sincronía. Y sobretodo una experiencia de Fe. Esa
experiencia es intensa e inolvidable.
Y para
conocerte un poco más de cerca:
- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
Probándome
la túnica bordada del Via-Crucis con doce años en una vieja casa de la calle
Elvira.
-
Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
Dos:
Despojado y Meditación.
-
Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
Dos:
Remedios y Dulce Nombre.
- Una marcha
cofrade:
Cristo
en la Alcazaba para palio y Alma de Dios en agrupación musical para Cristo.
-
Tu mejor recuerdo como cofrade:
La
primera salida del Despojado en 1995 del colegio barrio Fígares.
-
Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde
procesionas):
San
Juan de los Reyes cuando de regreso la cofradía del Via-Crucis viene rezando y
una saeta rompe la noche.
-
Tu rincón para ver cofradías:
Cuando
la Concha baja por Concepción de Zafra y después la Estrella lo hace por
Carrera del Darro.
-
Tu momento más feliz como cofrade:
Cuando
vuelve a salir la cofradía Universitaria en 2005 después de haberlo perdido
todo.
-
Y el que te hubiera gustado no vivir:
Cuando
echaron a la representación del Despojado que acompañaba al Nazareno en 1993
antes de llegar a carrera oficial. Sin lugar a dudas, era otra Federación la
que hizo aquello.
-
¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Tocamos
la Gloria los cofrades con nuestras Estaciones de Penitencia: El Paraíso,
nuestro Monte Tabor.
-
Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Mi
querido amigo Gaspar que lleva el carro en numerosas hermandades. El año pasado
nos dio un susto singular en la salida de la cofradía de los Estudiantes cuando
el pobre se le volcaron los enseres que llevaba dentro por toda la plaza y al
mismo tiempo la escalera que llevaba en la otra mano se balanceó peligrosamente
por encima de la peina de varias mantillas. ¡Qué merito tiene el tío del carro!
Se merece una mención aparte, pero eso me lo guardo para otro pregón.
Muchas
gracias Fernando, de parte de todo el equipo.