miércoles, 7 de febrero de 2018

PRESENTADO EL CARTEL DEL 300 ANIVERSARIO DEL RESCATE



Nota y Fotografía de Patricia López:

En la tarde del pasado sábado día 3 de febrero, se dio a conocer la pintura que conmemora los 300 años de la bendición y hechura de la talla de Jesús del Rescate.
Se daba a conocer en el Real Colegio Mayor de San Bartolomé y Santiago, presentada por la hermana de esta Cofradía, María del Mar Peña Martínez, la cuál fue presentada por Francisco José Rodríguez Abuín, y a la que asistieron representantes y hermanos de distintas hermandades de penitencia de la provincia y de gloria, así como hermanos de esta Cofradía del lunes santo.
Presidía el acto el Padre Fray Manuel Cánovas OSST Ministro de la Casa de la Trinidad de Granada.


Como si fuera la Santísima Trinidad, la presentación fue una simbiosis entre el óleo, aquel 18 de marzo de 1718 y el Señor del Rescate. María del Mar destacó la gran humanidad que la pintura y el pincel de Juan Francisco Martínez Zamora desprende. Con Jesús del Rescate como protagonista de la misma, se nos presenta con una túnica de nazareno, de hermano, escapulario trinitario, sin potencias y con las manos casi imaginativas. El Señor desprende un halo de luz protectora en aquella Granada de cielo aterciopelado de hace 300 años, que igualmente se derrama en las letras moradas (símbolo de la Pasión de Cristo) que componen la palabra "Rescate". Abajo, "Señor de Granada", precedido por la frase en hebreo "Ahyh Ashr Ahyh", que significa "Yo soy el que soy". Textualmente dijo : “Cómo es arriba, es abajo, es decir, hágase tú voluntad, en la tierra como en el cielo". Por eso hay letras arriba y abajo.
Completan el cuadro 300 plegarias que emanan de Granada desde hace 300 años hacia el Señor del Rescate.


La presentadora hizo una perfecta recreación de aquel 18 de marzo de 1718, a través de los ojos y el corazón del imaginero al que encargaron la obra los Padres Trinitarios, llevándonos a los oyentes a las calles de aquella Granada que veía y sentía pasar al Señor del Rescate por primera vez. Hondando en las cientos y miles de plegarias, promesas y muestras de amor de la ciudad al Señor desde ése día, que en el presente siguen y que recoge tan bien la obra.