miércoles, 7 de marzo de 2018

PEPE MONTERO #DeCerca



En cuestión de poco más de dos semanas cumplirá el tiempo de nuevo, y con ello vendrá un Domingo de Ramos espléndido lleno de fe, emoción e ilusiones del resto de la Semana Santa de Granada. Mientras tanto, en Cruz de Guía seguimos viviendo la espera rodeados de buenas noticias y buenas personas que protagonicen nuestros espacios.

En nuestra sección de entrevistas hoy visitamos el Albaicín, y más concretamente el Convento de la Concepción donde conoceremos #DeCerca a un gran cofrade que ha trabajado y trabaja mucho por nuestra Semana Santa pero siempre intentando pasar desapercibido. Hoy tengo el gusto de entrevistar a Pepe Montero.

-En la introducción señalaba que nos gusta rodearnos de buenas personas en Cruz de Guía y tú, Pepe, sin duda lo eres de corazón y de obras. No sabes cuánto me alegra tenerte aquí. Para empezar quiero que nos cuentes algo sobre tus inicios, tus años de niñez, de familia, de barrio…
Nací en la calle Alonso Cano, en el seno de una familia sencilla y humilde donde me enseñaron los valores de la vida.

-Y en un hombre tan granadino y cofrade como tú, el mundo de las hermandades entiendo que llegaría desde muy pronto.
Siendo alumno de la Academia Isidoriana, su director Don Luís Molina, tenía relación con la Hermandad del Santo Sepulcro, me hice hermano de la misma y realicé estación de penitencia junto a ellos tres años.


-Conociendo tu timidez y tu buen hacer siempre sin ser amigo del protagonismo, sabía que en primer momento ibas a ser reacio a esta entrevista, pero yo quería hacerla como homenaje a tu persona, y bien sé que tu mujer, tus hijas y tus nietos estarán encantados. ¿Cómo has vivido con ellos la pasión cofrade desde la infancia de tus hijas hasta la actualidad con tus nietos?
Puedo decirte que al ser mi trayectoria tan larga mi familia ha formado parte en todo momento de esta aventura, sin ir más lejos mi hija mayor es la camarera número uno de mi Hermandad, el nacimiento de mis hijas, sus bodas, el nacimiento y bautizo de mis nietos ha estado siempre vinculado a la Hermandad, ésta forma parte de mi vida en el más amplio de los sentidos.

-Conocido en toda Granada no sólo por tu incansable labor cofrade, sino por ‘la Espartera’, negocio tradicional granadino que prácticamente todo el mundo conoce. ¿Cómo es tu labor día a día en la droguería de la Acera del Triunfo?
Mi trabajo es mi vida, todos mis recuerdos desde mi infancia son en la tienda, mi abuelo y mi padre la regentaban y desde que tenía 11 años comencé mi andadura profesional, del colegio a la tienda… (recuerda con añoranza).

-Es un negocio de los de toda la vida, donde además, por el gusto que tienes por la radio, siempre suelen estar sonando las ondas de Cope. Entiendo que se habrán formado alguna vez charlas sobre cofradías entre venta y encargo.
A diario, no hay mañana o tarde en la que no salga una conversación de Semana Santa.

-Uno como yo que va creciendo y haciéndose mayor en las cofradías, tuvo la suerte de conocerte al coincidir en los cuatro años de presidencia federativa de Antonio Martín, ambos como incansables vocales del ente federativo. Allí te conocí mucho más, no sólo por ocupar la silla contigua a la tuya. ¿Cómo recuerdas esos años de labor federativa?
Tengo un recuerdo maravilloso, formábamos un excepcional equipo donde éramos más que compañeros y amigos, hermanos. Es más, se afianzó una relación de amistad que aún perdura.

-Para los que lo desconozcan, tu labor era la del vocal de horario e itinerarios, que puede parecer algo liviano, y no es nada más lejano a la realidad. Recuerdo los quebraderos de cabeza del Miércoles Santo, tus paseos cuaresmales por los recorridos de las hermandades para estudiar las dificultades, reuniones de hermandades por días para ponerlos de acuerdo… Mucho trabajo y muy poco reconocido en el mundo cofrade.
Lo hice de corazón ya que me lo pidieron personas muy importantes para mí, lo volvería hacer una y mil veces. Lo que sí te puedo garantizar es que ese problema que mencionas del Miércoles Santo me hizo perder el sueño.

-Bastante antes de los años federativos, incluso algunos años antes de que yo naciese, un joven Pepe Montero conjuntamente con un grupo de amigos, se animaban a crear una nueva hermandad tras disfrutar de un precioso Domingo de Ramos de 1977. Tiempo más tarde cofundabas la Hermandad de la Concha, de la que fuiste también Hermano Mayor. ¿Cómo nos relatarías aquellos momentos de ilusión y fundación de la hermandad?
Éramos jóvenes e inexpertos pero llenos de ilusión y ganas de engrandecer la decaída por aquellos años Semana Santa granadina. Eso nos motivó y nos empujó a trabajar con toda nuestra fuerza y salvar cualquier obstáculo que se nos presentaba, y bendita locura, hicimos realidad esas ilusiones y, mira, 40 años después aquí seguimos.
Con ello conseguimos demostrar que era posible y desde  ese momento despertó nuestra Semana Santa, con cuerpos de costaleros propios y casas de hermandad.    

-Hay muchos jóvenes que pueden pensar que fundar una hermandad es como crear una asociación o un club social. ¿Qué pasos da un grupo de creyentes para crear una hermandad?
Antes era distinto, hoy día dependiendo de las necesidades de la parroquia se vería si fuese conveniente o no su creación. Y por supuesto nada que ver con un club social, si una trasmisión directa de los principios del Evangelio en la calle.

-Volviendo a la hermandad, ésta ha tenido cambios con el desarrollo de los años, pero la esencia no ha variado. ¿Cómo crees que es el estado actual de tu corporación?
Para mí sin duda el mejor, además eso se palpa en el ambiente, el actual Hermano Mayor ha sabido rodearse de una gente maravillosa. Me siento muy identificado con mis principios.

-Recuerdo en mis años de infancia la impresión al ver a Jesús del Amor y la Entrega caminar por la Carrera del Darro a los sones del rachear costalero. Ahora, sin embargo, es acompañado por sones serios de cornetas y tambores. ¿Por qué de silente a corte clásico en cornetas con el paso de Cristo?
Esas son decisiones de Junta de Gobierno, que los cofrades estemos o no de acuerdo debemos acatar.

-Un cambio muy cercano fue el del horario de la salida. ¿Cuál es tu personal opinión sobre la temprana salida de la hermandad?
La mejor decisión que se podría haber tomado, un acierto en todos los sentidos, la Hermandad claramente ha ganado mucho.

-Tu cofradía es de las pocas que persiste en continuar con la tradición del gremio, pues siempre ha sido una hermandad de toreros. ¿Cómo se vive eso en la cofradía?
Es un orgullo y una gran satisfacción que estos artistas vivan la fe de una manera especial en esta, nuestra hermandad.

-Aunque ya no ostentas cargos de responsabilidad, tu opinión siempre va a ser muy valorada en la hermandad por tu historia. El tiempo va pasando y otros toman el relevo. Sé de buena mano que por ahí anda un jovencillo tocayo mío entre tus nietos, que se desvive ya por su hermandad. ¿Te gustaría que conforme vaya creciendo se implique tanto como su abuelo?
A día de hoy está vinculado a la hermandad, lleva cada año el agua de los costaleros, él dice que quiere ser costalero de la Concha. Para mi seria un orgullo que se implicase tanto como su abuelo.

-Hemos hablado de la Concha, pero no sabemos si hay alguna hermandad más que cuente contigo en su nómina o alguna corporación a la que le tengas especial aprecio.
Soy hermano de la Cofradía del Silencio y muy devoto del Señor del Rescate.

-Y volviendo al entorno familiar: ¿cómo vives el mundo cofrade a través de tu familia en estos años?
Al cien por cien, mi familia lo vive con la misma intensidad que yo y eso facilita mucho cada vivencia.

-Los toros desde la barrera se ven bastante bien, al menos eso digo yo tras los cuatro maravillosos años que pasé en la Federación, pero ahora te toca a ti disfrutar de la Semana Santa con los tuyos. ¿Cómo se presenta para ti la semana mayor del 2018?
Como cada una de las vividas hasta ahora, disfrutando de cada momento y con la esperanza de que sea mejor que la anterior.

-Además de la climatología, tienes algún deseo especial para la Semana Santa a la que le faltan escasas tres semanas?
Que cada hermandad crezca en número de hermanos y por supuesto que el tiempo nos acompañe.

-¿Cómo describirías el estado actual de nuestras treinta y dos hermandades y cofradías?
En general muy bueno, tanto en cortejo como en patrimonio, siempre echando en falta más hermanos en fila.

-Miles de personas se echarán a las calles a disfrutar de nuestras estaciones de penitencia. ¿Qué le dirías a cualquier persona que esté embriagado del característico perfume frente a la Virgen de la Concepción el próximo Jueves Santo y se esté planteando entrar a formar parte de los hermanos de la cofradía?
Que viene a su casa, encontrará verdaderos hermanos y será uno más en esta gran familia.

Y para conocerte un poco más de cerca:

- Un recuerdo de tu infancia como cofrade:
El Cristo de la Misericordia portado por soldados subiendo la cuesta de la Alcahaba la madrugada del Jueves Santo.
- Una imagen de Cristo de nuestra Semana Santa:
El ‘Manuel’ y el Rescate.
- Una imagen mariana de nuestra Semana Santa:
La Concepción.
- Una marcha cofrade:
Madrugá.
- Tu mejor recuerdo como cofrade:
La fundación de mi hermandad.
- Un momento especial de la Semana Santa (que no sea una de las hermandades donde procesionas):
La Magna Mariana.
- Tu rincón para ver cofradías:
La Carrera del Darro.
- Tu momento más feliz como cofrade:
La Semana Santa.
- Y el que te hubiera gustado no vivir:
El fuego en mi hermandad.
- ¿Con que adjetivos definirías nuestra Semana Santa?
Maravillosa e inigualable.
- Cuéntanos alguna anécdota cofrade que hayas vivido:
Durante el bordado del palio de la Concepción en nuestra casa de hermandad, un viernes por la tarde, tuvimos la visita del Rey de España, Juan Carlos I. Paseaba por nuestro barrio y la curiosidad lo acercó a nuestra casa. Cuál fue nuestra sorpresa. Su cercanía y simpatía nos sorprendió, al mirar hacia arriba en nuestro convento estaban las monjitas, él bromeó con la idea de probar un dulce hecho por ellas, lo que no se podía imaginar es que al momento tenía en sus manos un delicioso bizcocho que ellas mismas le entregaron.


Nunca vi que hablases mal de alguien o que pusieras un mal gesto. Por ser como eres, Pepe, todo un ejemplo de cofrade, y por esta entrevista, te doy las gracias personalmente, y de parte de todo el equipo.

Una vez más gracias a la Semana Santa que me dio el privilegio de conocerte y tratarte. Y a todo tu equipo por el cariño con el que me han tratado y por su labor en pro de la semana Santa.