El Santísimo Cristo de la Misericordia (Silencio) fue la única procesión que salió este Jueves Santo. El resto de las comitivas programadas se suspendieron a causa de la lluvia que descargó durante la tarde. La primera cofradía que suspendió su estación de penitencia fue la Concha. Poco después lo hizo los Salesianos que había retrasado su salida. Igualmente habían decidido retrasar la salida la Estrella y la Aurora, pero la decisión final fue no salir a la calle.
Los templos de las hermandades que no hicieron estación de penitencia, permanecieron abiertos para que los fieles veneraran los titulares. Ante ellos se organizaron largas colas.
A las 12 de la noche se apagó el alumbrado público para recibir al Santísimo Cristo de la Misericordia. No llovía, aunque la temperatura había bajado considerablemente. Por segundo año consecutivo la Cofradía del Silencio negó el acceso de los medios de comunicación al atrio de la Iglesia de San Pedro y San Pablo
Las fuerzas de seguridad desarrollaron un dispositivo especial que limitó los accesos a su paso por la Carrera del Darro, a un aforo limitado. Para ello fue necesario la participación de un elevado número de agentes. Se evitaron de esta forma las situaciones de peligro que se vivían al paso de la comitiva, cuando muchas personas se situaban en los pretiles del río Darro, con el consiguiente peligro.
Un tambor ronco, golpeado con una sola maza encabezó una vez más el cortejo. Álvaro Barea, pregonero de la Semana Santa de este año tuvo el honor mandar el paso en su salida. Durante su discurrir por la Carrera del Darro, el tenor José Manuel Zapata, cantó uno de los temas de la zarzuela de Los Emigrantes.
La hermandad estrenó un Guión Sacramental diseñado por Álvaro Abril que recoge entre otras imágenes, la del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire.