lunes, 5 de marzo de 2012

DIARIO PARA UNA CUARESMA - LUNES DE LA SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA - 5 DE MARZO

Las cofradías están erigidas canónicamente en conventos o parroquias, y por lo general, forman parte de las diócesis. Ese es el lugar desde el que practican sus actuaciones. Existe una tendencia histórica que las hacía celosas de su intimidad y sus relaciones, especialmente con las parroquias, eran en ocasiones conflictivas. Tal vez por ello, al abrigo de la busqueda de una autonomia mayor, durante siglos se instalaban fundamentalmente en conventos. Pero todo eso es pasado. Hoy en día las hermandades tienen conciencia clara de pertenecer a la Iglesia Diocesana. Tanto las que residen en conventos, como las que lo hacen en parroquias, lo tienen muy claro y suelen ser habituales colaboradoras de las instituciones que las acogen. Esa colaboración se suele traducir en un apoyo y beneficio mutuo. A fin de cuentas el objetivo final debe ser el mismo: predicar el evangelio y hacer de él una norma de vida, cada cuál son su propio carisma y medios. Cuanto más estrecha sea esa colaboración, los frutos serán mayores.

Es cierto, como hemos escrito, que vivimos un momento, que de manera común, cabe calificar como de acertado entendimiento. De la misma manera es verdad, que debemos de cuidar con celo esta situación y mejorarla en cuanto sea posible. Las autoridades eclesiásticas, el resto de asociaciones de la Iglesia, con las que se convive en un mismo seno, y las propias cofradías, están llamados a ello, es decir, a valorar el actual marco de cooperación y a hacerlo más beneficioso en todo cuando nos sea posible. Como indicaba el título de un libro de formación para cofrades de las diócesis granadina editado hace algunos años, estamos "Unidos por un mismo espíritu".