lunes, 18 de febrero de 2013

ENCARNA XIMÉNEZ REALIZÓ UN BRILLANTE PREGÓN SIN CITAR A NINGUNA COFRADÍA NI A SUS TITULARES



El Pregón de la Semana Santa de Granada de este año ha estado marcado por una singularidad inusual. Encarna Ximénez, encargada de pronunciar la pieza oratoria, no citó a ninguna de las cofradías que hace estación de penitencia y tampoco aludió a ninguno de sus titulares. Las hermandades y sus pasos estuvieron presentes a través de distintas proyecciones de fotografías y vídeo. Otro aspecto novedoso fue la inclusión de música en directo con la participación de la Banda Municipal. Habitualmente esta formación musical acúa en el Pregón, pero no durante la intervención de orador, ni como fondo sonoro de sus palabras. Esta vez sucedieron las dos cosas. Además contó con la colaboración de distintos coros y la solista Anni Raunio.
El Teatro Municipal Isabel la Católica estaba lleno a la hora del inicio del acto. Ocuparon la presidencia el Arzobispo, Monseñor Martínez, el Presidente de la Federación, Antonio Martín, el Alcalde, José Torres, el Vicepresidente de la Diputación, José María Guadalupe, el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, el Teniente General del Madoc, Francisco Puentes, la presentadora de la Pregonera, Emilia Cayuela, y la propia Encarna Ximénez.
A los pies del atril estaba el angelote de la Soledad de Santo Domingo, del que pendía un rosario de la Virgen de esta advocación que sale en Semana Santa y que bendijo el Papa Juan Pablo II durante la peregrinación a Roma de la Cofradía de los Escolapios en el año 2.000.
Comenzó el acto con la interpretación del Himno a la Virgen de las Angustias, en la versión instrumentada por Miguel Sánchez Ruzafa. A continuación el Alcalde saludó a los asistentes y Emilia Cayuela hizo la introducción y presentación de la Pregonera. Volvió a intervenir la Banda con una marcha sevillana, en alusión al origen de Ximénez. Fue entonces cuando Encarna inició su intervención.
Pedir perdón
Sus primera palabras fueron: “Nací un tanto protestona y un poco depresiva. Aprovechó el comienzo de su Pregón para pedir "perdón pero no por lo que hice, porque sólo se equivoca quien hace cosas, sino por lo que dejé de hacer. Es más fácil quejarse que aportar". Entre las dedicatorias se refirió " a esos amigos que, por mis errores, se quedaron en la senda y aún no he podido recuperar".
El tercer capítulo de su Pregón lo tituló Mi declaración de Fe. En él comenzó evocando su reciente viaje a Tierra Santa. "¿Alguna vez - se preguntó- nos preocupan más las lágrimas del hermanos - sean de alegría o de tristeza-, que los estrenos del paso? ... Un cristiano no puede cerrar los ojos, un cristiano no debe callarse; ¿de qué sirven los fervores cofrades si no tienen continuidad en nuestra vida diaria?". Con la referencia a la virtud de la Caridad, concluyó esta parte de su Pregón a la que siguió un vídeo con imágenes de todos los titulares cristíferos de la Semana Santa granadina, mientras la Banda, los coros y la solista, interpretaban El Pescador de Hombres, en una instrumentación de Sánchez Ruzafa y Molinero.
La mujer
"Cofrade, a la Gloria de Dios" fue el nombre de la cuarta parte de este Pregón. En ella Encarna destacó la no discriminación de la mujer en la Semana Santa de Granada, en relación con lo que ella había vivido en su ciudad de origen. Como conclusión a este tramo se pudo ver un vídeo con las titulares marianas de las cofradías granadinas mientras sonaba Encarnación Coronada de Abel Moreno. De esta manera daba paso al quinto capítulo que tuvo por nombre "Mis deseos", porque para ella "un pregón es un puro deseo". Llegado este momento solicitó que se abriera la Catedral "para que personas sin posibilidades económicas para palcos, o con dificultades físicas de cualquier tipo, pudieran ocupar los asientos" al paso de las procesiones. También expreso su deseo de que en las procesiones participen las imágenes originales y no réplicas.
La voz de su marido: Ramón Burgos
Entonces se viveron unos de los instantes más emotivos del Pregón. Encarna cedió la voz a una grabación que contenía la de su esposo, Ramón Burgos, quien le había escrito una carta durante la elaboración del Pregón, que fue el texto que se escuchó, mientras se veían imágenes de las religiosas de clausura, a las que se hacía referencia.
El penúltimo capítulo se llamó "Esta es tu Hermandad". Se preguntó Ximénez: "¿queréis que os hable de vuestra Hermandad?". Y es que, como ya hemos escrito al principio, ni en ese momento, ni después, llegó a citar a ninguna cofradía; tampoco a ningún titular. Su respuesta fue esbozar una Hermandad que fuera "un ejemplo cristiano". Terminó esta parte del Pregón con la lectura de la Plegaria "No te olvides de los días hermosos" de Phil Bosmans, mientras se escuchaba la interpretación de Semana Santa en Granada de Sánchez Ruzafa y se proyectaban distintas imágenes de nuestras procesiones.
El recuerdo del Padre Iniesta
Concluyó el Pregón con el epigrafe "Y a modo de epílogo". En él evocó unas palabras del escolapio Enrique Iniesta: "Gracias a las hermandades con todos sus deficiencias, Jesús se va a la calle en busca de los suyos que se le perdieron en un recodo de la vida". Sus últimas frases estuvieron dedicadas a los niños. En ese momento tres joven infantes acudieron junto a ella en el escenario y a los sones de "Cantemos al Amor de los Amores" dio por finalizada su intervención.
El Arzobispo
Monseñor Martínez fue el encargado de cerrar el acto, antes de que sonaron los himnos de acuerdo con el protocolo. El Arzobispo se mostró dispuesto a colaborar para la solicitud formulada por la Pregonera con respecto a la Catedral y anunció que el próximo sábado día 23 de febrero, a las ocho de la tarde, se celebrará una Eucaristía en el templo metropolitano en la que se dará gracias por el pontificado de Benedicto XVI.