CABECERA MES DE ENERO
La
cabecera de este mes nos presenta un conjunto de tres imágenes, con tema común,
el Niño Jesús, que intentan simbolizar este tiempo intermedio entre Navidad y
Cuaresma, representando un poco la infancia del Mesías Nacido entremezclada con
Su futuro como Hijo de Dios, Salvador, hecho hombre, y la visión de lo que será
la Pasión de Jesucristo.
Para
reflejar todo esto, siguiendo la lectura de la composición, de izquierda a
derecha, observamos como eje de arranque la figura de la Virgen María
sosteniendo en Sus brazos a Jesús en sus primeros días sobre la tierra, y a su
vez, mirando la segunda imagen, como comenzando a adivinar lo que el tiempo
deparará para Su Hijo.
En la
mencionada segunda representación de Jesús, podemos ver como Éste aparece
sosteniendo la cruz sobre su hombro derecho y, a la vez, tirando de una cuerda
que le sirve de guía a un pequeño cordero, simbolizando todo esto, el camino de
amargura que recorrerá Jesucristo durante toda la Pasión, como Pastor de Su
pueblo, al que dirige hacia la Salvación Eterna por medio de Su padecer. Para
plasmar este momento he creído oportuno reproducir la imagen del Niño Dios con
la cruz al hombro, obra pletórica de Manuel González, que se encuentra ubicada
en el realejeño Convento de las Vistillas, y que en mi opinión, es una de las
representaciones escultóricas más acertadas de la imaginería religiosa,
presente en la actualidad en nuestra querida ciudad de la Alhambra.
Por último,
en el lateral izquierdo de la visión del observante, podemos ver una
representación del Niño Jesús de la espina, apareciendo el mismo abrazando la
cruz de la Pasión con todo Su brazo izquierdo, y mostrando la palma de Su mano
derecha en la que aparece clavada una espina. Esta representación nos muestra
como Jesús, desde Su aparición en la tierra, acepta Su destino como Salvador de
la Humanidad, y abraza la cruz y muestras Sus llagas para decir al mundo que no
debe temer por nada, pues Él ha bajado para redimirnos de cualquier sufrimiento
y pecado.
Finalmente,
todo queda resaltado en color morado, para ir adecuándose al tiempo pasional e
ir acercándonos un poco a la figura de Jesús Nazareno en su Pasión Redentora.
Y
con este texto, queda plasmado en palabras lo que se quiere representar con
esta nueva cabecera de la que os hacemos partícipes, esperando que sea de
vuestro agrado y dejándoos emplazados para la próxima, que nos irá adentrando
aún más en la Cuaresma del presente 2014.