Se nos presenta a la Virgen de la Amargura Coronada, vestida
por Paco Garví, que de nuevo nos da una lección de maestría y elegancia con su
buen hacer, y la contemplamos con la clásica vestimenta de hebrea, manto azul
de vueltas blancas, saya de terciopelo color buganvilla y rostrillo de seda
salvaje bordado en hilo de oro.
En el rostrillo, observamos el regalo de la Hermandad de la
Lanzada, con ocasión de la Coronación Canónica, puñal de plata en su color,
recuerda las palabras del anciano Simeón: “Tuam ipsius animan pertransibit
glaudius”.
Asimismo, en homenaje a la Hermandad de la Esperanza el
broche que recibió, de esta cofradía, la Virgen de la Amargura, en la
Coronación Canónica, y se completa el rostrillo con la antigua venera de
Comendadora Mayor.
Fajín hebraico, ofrenda de dos devotos, con el broche del
barco en filigrana de plata, de la misma materia es el magnífico Rosario que
porta la bendita imagen.
En la media Luna Inmaculista, vemos la venera de peregrinos,
que la Hermandad del Rescate ofrendó en la coronación canónica, que figura como
homenaje a dicha Hermandad con motivo del 300 Aniversario de la imagen del
Señor.
Así permanecerá hasta que suba, vestida de reina soberana, a
su palio el próximo Lunes Santo, para recoger las suplicas de sus devotos y
bendecir a nuestra ciudad.