miércoles, 8 de abril de 2020

SEMANA SANTA EN GRANADA #LaCartela

Hoy habría sido de esos días en los que miramos al cielo con la ilusión de que no hubiera rastro de nubes. Pero esa mirada ya no tiene sentido.
Ahora alzamos la vista en gesto de súplica, como si entre los rayos de sol, o las gotas de lluvia, buscáramos a Dios para orarle y rogarle que termine cuanto antes esta pandemia. Para que aparte tanta Amargura de aquellos que viven su propio Vía Crucis. Y que los llene de Esperanza, mientras la sociedad mundial se colma de Caridad. Muchas palmas diariamente a sanitarios, enfermos, niños. Sin embargo, ninguna Palma saliendo de San Andrés acompañando a la Entrada de Jesús en Jerusalén.
"¿Por qué me has abandonado?" Pregunta que, quizá, retumbe en los hospitales convertidos en Huerto de los Olivos.

Lo que los pacientes no saben es que entre tantos Dolores, el Señor, jamás los dejará solos. No habrá Soledad amarga. La fe reconforta. Alivia.
Los granadinos tenemos la suerte de contar con el Sagrado Protector que aparta de nosotros toda angustia.
Hoy es miércoles. Miércoles Santo en Granada. Día de algarabía y respeto en el Realejo. Madrugada gitana. Calles abarrotadas. Pero en estos momentos, las Penas se han asentado en muchos hogares de esta provincia. Otros viven esperando con Paciencia y resignación el fin de este confinamiento. Otros buscan Consuelo a tanto dolor y lágrima. Los Estudiantes meditan inquietos sin saber cómo ni en qué momento les pondrán Remedios a sus problemas.
Y Él... Él siempre está entre todos nosotros. Un Cristo nazareno que pasea silente derrochando calma y Paz. Aguardando el momento. Su Entrega por nosotros.
Y una vez que transcurra todo este mal, ¿qué sucederá?
Quizá volvamos a caer sobre nuestras debilidades y pecados.
Uno, dos, y hasta Tres Caídas. Y Él, ayudado por aquel Cireneo, prudente y callado, será quien nos impulse a nosotros para levantar. En pie, cargaremos nuevamente nuestra Cruz. Tropezaremos sobre las mismas piedras. Y dolerán las Caídas. Pero Él no pasará. Ni su Palabra. Muy al contrario, permanecerá sonora a través de los tiempos.
Tal vez, regresaremos a esa absurda creencia de sentirnos seres superiores que han aprendido poco o nada de esta llamada, que viven frenéticamente sin valorar la esencia de nuestra existencia Y volveremos a caer. Perdón.
Nos encontramos de lleno en nuestros días grandes. Las calles y barrios están tristes y grises, pero hay hogares llenos de color y calor. Familias que convertirán esta semana, en su semana de Pasión: rezando, orando, siguiendo los oficios desde los distintos medios de comunicación.
Y en el silencio ensordecedor se escuchará el murmullo de miles de personas rezando el Rosario. Rogando Salud para todos. Anhelando la Resurrección que nos permita celebrar la vida y el Amor junto a aquellos que queremos.
Hoy no es un miércoles cualquiera, es Miércoles Santo en Granada, inusual y atípico, pero Miércoles Santo de 2020.
No habrá pasos en las calles, ni música de tambores y cornetas, pero se palpa mucha fe en el ambiente y eso, a fin de cuentas, es el sentido principal de la Semana Santa.