Contaba yo pocos años de edad
cuando no entendía a mi padre al decir ‘por Pascua florida…’, cuando la pascua
la celebrábamos en diciembre, rodeados de motivos navideños y cantando
villancicos.
El paso de los años y, sobretodo,
la formación cristiana han hecho que pueda entender y vivir la Pascua, aunque
un cofrade se queda siempre con las vísperas de ésta. El Domingo de
Resurrección ha sido siempre un día triste para los que amamos y vivimos en las
entrañas del mundo cofrade. Agotados por unos intensos nueve días donde hemos
dejado cada gramo de energía en las calles de Granada anunciando la fe y a la
vez el arte sacro.
Hace unos años, se encerraba el Señor lleno de victoria y gloria en San Miguel Arcángel en la tarde noche del Domingo más grande de todo el año, y alguno susurraba con humor y con melancolía cofrade eso que coreaban los fariseos: ‘crucifícalo, crucifícalo’. Nadie que ame las hermandades y cofradías quiere que llegue el centro, y a la vez el gran misterio, de nuestra Fe, pues ello conlleva el fin a los días más mágicos de todo el año.
Otro ejemplo, sin duda, es lo que centra y origina que escriba hoy estas líneas: la Pascua también se felicita.
Fieles y cristianos adheridos a otros movimientos o comunidades sí que estaban más acostumbrados a felicitar la Pascua, pero están siendo los cofrades de hoy día los que dan más fuerza a la voz de la Iglesia de Granada al felicitar tan inmenso motivo al término la semana mayor. Las cadenas, mensajes y correos se multiplican por las redes. Ya no sólo se nos colapsa el whatsapp en Navidad, también en la ‘segunda’ y renovada pascua, en la celebración del paso de la muerte a la vida, la ‘Pascua florida’ que llamaba mi padre desde que tengo memoria y uso de la razón.
Por ello, enhorabuena a los cofrades que entienden el valor del gran misterio de nuestra fe, y gracias a todos ellos por evangelizar a través del lenguaje cotidiano. Que sepa el mundo entero que estamos en Pascua, felices por ello, aunque tengamos ojeras de nueve días de bullas y recogías, o espaldas cansadas de coger kilos y kilos de pasión.
A todos ellos, y a ustedes:
Feliz Pascua de Resurrección
2017.